1 de Septiembre de 2023
La Vicepresidenta reafirma el compromiso de Angola en la lucha contra el cambio climático
Luanda - La vicepresidenta de la República, Esperança da Costa, reafirmó el jueves el compromiso de las autoridades angoleñas en la lucha contra el cambio climático, por ser uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad.
Esperança da Costa intervino en la ceremonia de apertura de la Conferencia Regional de la Organización Panafricana de Mujeres (OPM), que se celebra bajo el lema "La resiliencia de las mujeres africanas: la contribución del sector agrícola a la adaptación al cambio climático".
En la ocasión, la vicepresidenta de la República destacó que Angola ha priorizado las cuestiones ambientales nacionales e internacionales, debido a los daños que este fenómeno ha causado, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y el Acuerdo Climático de París.
Destacó que el país ha contribuido a los esfuerzos globales, habiendo aprobado la Estrategia Nacional de Cambio Climático, que establece una visión 2021-2035.
La Estrategia promueve la adaptación y la resiliencia en todo el país, lo que se traduce en programas para mitigar la sequía y otros fenómenos extremos que han asolado el sur del país.
Según Esperança da Costa, como parte de la estrategia para combatir la sequía en el sur de Angola, el gobierno construyó el Canal de Cafu para trasvasar agua del río Cunene a la región de Chanas, en la misma provincia.
El proyecto pretende crear condiciones para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, beneficiando así a más de 230.000 habitantes.
La Vicepresidenta dijo también que Angola tiene objetivos y metas específicos en materia de clima y desarrollo sostenible.
Añadió que el país ha definido su contribución a la reducción de carbono en la producción de electricidad para 2025 y ha elaborado acciones complementarias para la gestión sostenible de los bosques, el transporte y la agricultura.
Esperança da Costa dijo que en África las mujeres y los jóvenes constituyen la mayoría de los principales productores de alimentos, alrededor del 70% de la mano de obra y del potencial productivo.
Consideró que estas franjas de la sociedad no participan en actividades de alto valor como la transformación, la agroindustria, la comercialización y la exportación.
Defendió la necesidad de aumentar cada vez más la resiliencia de las mujeres africanas, en un momento en el que siguen siendo las más afectadas por el impacto del cambio climático, a menudo causa de grandes y forzados desplazamientos de población y de pobreza.
"Abogamos, por tanto, por el acceso a la propiedad de la tierra, la mejora de la inclusión financiera de las mujeres y las jóvenes, el acceso (...) a los principales mercados agrícolas, más formación y acceso a las nuevas tecnologías y al mundo digital", subrayó.
Señaló que las mujeres desempeñan un papel importante en el proceso de mitigación y adaptación al cambio climático, ya que siguen alzando la voz en favor del medio ambiente, al tiempo que se posicionan como firmes defensoras de esta causa.
Recordó que este mes Angola asumió la presidencia rotativa de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), destacando la seguridad alimentaria y nutricional y la industrialización de la subregión como el programa más importante para apoyar las aspiraciones regionales de potenciar la cooperación Sur-Sur.
En su discurso, Esperança da Costa hizo hincapié en el apoyo a la seguridad alimentaria y nutricional como parte del reto de contribuir a un mundo más equitativo y pacífico con mayor justicia climática.
La Organización Panafricana de Mujeres fue creada hace 61 años con el objetivo de garantizar la participación efectiva y responsable de las mujeres en el desarrollo socioeconómico y cultural de África, y crear todas las condiciones para que participen y tengan cabida en los más diversos sectores.
La Vicepresidenta, Esperança da Costa, subrayó que más que mitigación, hay que optar por mecanismos de adaptación, reforzando el lema "África queremos" de la Agenda 2063.
Consideró que la Declaración de Malabo es una oportunidad para evaluar los aspectos materializados y proponer una revisión más impactante en el contexto de los desafíos de la agricultura y el cambio climático, que representan una amenaza real para la humanidad y el mantenimiento de la vida en el planeta. FMA/AL/ADR