1 de Septiembre de 2023
Urkullu se aprovecha de las puertas abiertas por Sánchez en Cataluña para pedir plurinacionalidad y derecho a decidir
El Gobierno busca "fórmulas" sobre la amnistía y ya concedió la bilateralidad al Govern con la mesa de diálogo
Autodeterminación, referéndum, autogobierno, competencias, federal... son conceptos que cada vez cobran más protagonismo en el debate político y la agenda pública. El hecho de que la gobernabilidad de España haya estado, y vaya a estar de nuevo, en manos de los nacionalistas catalanes y vascos hace que el cuestionamiento sobre el modelo de Estado sea una botella de gaseosa que los independentistas agitan con el propósito de hacer que se desborde. Pedro Sánchez depende del apoyo de PNV y Bildu, ERC y Junts. Y sus exigencias para permitir la investidura transitan por las fronteras que delimitan el marco constitucional.
El hecho de que el Gobierno haya abierto la puerta y asuma estudiar «fórmulas» sobre la amnistía, en busca de un encaje constitucional que permita un alivio penal a los implicados en el 1-O, ha espoleado al otro pilar que sustenta la mesa sobre la que debe gobernar Sánchez: los nacionalistas vascos.
«El diálogo es el método, la Constitución es el marco. Tenemos que continuar en esa senda de trabajar por la convivencia. Ahí va a estar el PSOE y yo. No me corresponde a mí decir qué es o no constitucional, afortunadamente tenemos al Tribunal Constitucional (TC)», respondió hace 10 días Sánchez cuando se le cuestionó expresamente sobre si la amnistía tenía encaje en la Constitución.
Ningún cargo o portavoz socialista defiende ahora que no tenga encaje, como sí hacían hasta hace unos meses, tratando de echar balones fuera. Se escudan en la «discreción» de las negociaciones y se remiten a dejar el perdón a los implicados en el procés en manos del TC. Aunque la decisión política es suya.
Hace unas semanas, desde Bildu ya se advertía de su intención de promover «el derecho a decidir» del País Vasco en la próxima legislatura. Así lo concretó la cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Guipúzcoa, Mertxe Aizpurua: «Debemos poner el derecho a decidir encima de la mesa». Una advertencia a tener en cuenta, no sólo en el radar de Sánchez, sino también en el del PNV.
El próximo año hay elecciones autonómicas en el País Vasco. La competencia entre Bildu y el PNV se ha igualado hasta el punto de que en las pasadas elecciones generales ambos cosecharon prácticamente los mismos resultados, llegando al Congreso con cinco diputados cada uno. Una disputa que, claro está, tiene su traslación en Madrid, buscando exhibir política útil para su comunidad.
Así, bajo el amparo de esos trabajos ya en marcha por parte de La Moncloa para buscar encaje a un alivio penal que satisfaga a Junts y ERC, el lehendakari Íñigo Urkullu expresa las peticiones del PNV. Nada casual. Apenas unas horas después de conversar con Alberto Núñez Feijóo, el miércoles por la tarde, y dar, de nuevo, carpetazo a un apoyo de los jeraltze a la investidura del candidato popular, el presidente vasco recordó a Sánchez en una tribuna en El País las exigencias de su formación para contar con su apoyo. Un planteamiento que ya desarrolló el martes tras la reunión de su gobierno y que puso negro sobre blanco 48 horas después.
Pese a que Urkullu dice no jugar rol alguno en la investidura y se remite a Sabin Etxea (Andoni Ortuzar y Aitor Esteban), reiteró su propósito de que se celebre una convención constitucional en la que se avance, entre otras cosas, en el «reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, la bilateralidad, el sistema de garantías o la capacidad de decidir pactada».
Ocurre que el Gobierno una parte de estas condiciones ya se las ha concedido a Cataluña: la bilateralidad con la puesta en marcha de una mesa de diálogo entre el Ejecutivo y el pacto que sellaron con ERC recoge la celebración de una consulta sobre lo ahí acordado «con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político». En el Gobierno dicen que se votarían acuerdos políticos, no sería una consulta sobre la independencia.
EL PNV "BUSCA SU ESPACIO"
Urkullu pide una reinterpretación de la Constitución para avanzar en la plurinacionalidad y el autogobierno, sobre todo de aquella comunidades que «contaban con un modelo de autogobierno previo a la Constitución».
En el Gobierno consideran que todas las aportaciones sobre la convivencia en España son bienvenidas. «La propuesta me parece muy legítima. No es la nuestra pero siempre valoro muy en positivo todas las propuestas que se hacen para buscar puntos de equilibrio y de acuerdo dentro del marco constitucional, que es lo que propone Urkullu», reflexionó Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones. «No siendo nuestra propuesta todas las aportaciones al debate siempre es positivo y hay que hacer un debate constructivo».
"Evidentemente siempre hay capacidad para mejorar» en la articulación de un Estado descentralizado, reconoció Nadia Calviño. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, expuso por su parte que el PSOE trabaja para conformar un gobierno que aspire a «una España de derechos y libertades, diversa, plural y que respeta las diferentes identidades».
Fuentes gubernamentales enmarcan esta propuesta del PNV en la «necesidad» de «buscar su espacio» en estas semanas en las que el foco está en el PP, pero también en los nacionalistas catalanes. «Es normal», señalan estas fuentes, que acto seguido cierran la puerta a entrar en ese debate, al menos a día de hoy. «No lo compartimos».
El Gobierno trató de canalizar el debate sobre la cuestión territorial a través del compromiso de la reforma de la financiación autonómica o, incluso, de la condonación de deuda. Pero no ha fraguado. Los nacionalistas fijan las exigencias.