24 de junio de 2021
El presidente pide más apoyo internacional para RCA en el Consejo de Seguridad de la ONU
El presidente de la República pidió este miércoles, en Naciones Unidas, más apoyo internacional para la paz y seguridad en la República Centroafricana (RCA), la neutralización de las fuerzas disidentes en el país, el respeto al alto el fuego y la suspensión del embargo de armas.
João Lourenço habló en portugués en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, sobre la RCA, como presidente de la Conferencia Internacional para la Región de los Grandes Lagos (CIRGL).
"El Gobierno de Angola reconoce que el apoyo internacional es ahora cada vez más importante para contribuir a los esfuerzos para garantizar la paz y la estabilidad en la República Centroafricana", dijo Lourenço.
Según el Jefe de Estado angoleño, la "situación de seguridad en la región de los Grandes Lagos, particularmente en la República Centroafricana, se caracteriza por la presencia activa de grupos armados", quienes se comprometieron con el acuerdo político del 6 de febrero de 2019 para cesar de hostilidades.
El presidente del CIRGL también subrayó que es importante "que las autoridades centroafricanas trabajen para neutralizar las fuerzas internas que están apostando por deteriorar las buenas relaciones con Naciones Unidas y con miembros influyentes del Consejo de Seguridad".
El funcionario volvió a defender el levantamiento del embargo de armas impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU a la República Centroafricana, "que imposibilita que el Gobierno centroafricano adquiera armas", considerando que la medida ya no es adecuada a la situación actual y niega el "derecho inalienable" de todos los Estados a "crear su propia capacidad para defenderse de las amenazas internas y externas".
El presidente angoleño también pidió al Consejo de Seguridad que comience a revisar el expediente del embargo de armas, promulgado en 2013, "con otros ojos y con más justicia".
Para el líder del CIRGL, la comunidad internacional y las Naciones Unidas envían "el mensaje equivocado" al "impedir la construcción de verdaderas fuerzas armadas, a la altura de los desafíos del país y de la atribulada región".
El Jefe de Estado advirtió que el "epicentro" del terrorismo internacional se trasladó de Oriente Medio a África y consideró que la situación podría exacerbar la proliferación del terrorismo y aumentar la amenaza a la paz y la estabilidad.
Destacando la importancia de la Misión Integrada de Estabilización Multidimensional en la República Centroafricana (MINUSCA), el líder angoleño dijo que "es hora de ayudar a la República Centroafricana a capacitar a sus tropas y equipar a las Fuerzas Armadas con armas y equipo, para que comienza a caminar sobre sus propias piernas y está en condiciones de garantizar su propia defensa y seguridad".
Al referirse a varias reuniones oficiales de alto nivel en el CIRGL, con la dirección de Angola, João Lourenço reiteró que los grupos armados en la República Centroafricana habían asumido el compromiso de "abandonar la lucha armada y adherirse al programa de desarme, desmovilización, reintegración y repatriación".
En este sentido, acogió con satisfacción la propuesta de una "hoja de ruta conjunta para la paz en la República Centroafricana", que "define las principales actividades a desarrollar", construida en mayo y junio entre los ministros de Relaciones Exteriores de la República Centroafricana, Angola y de Ruanda tras varios encuentros en la capital centroafricana, Bangui.
Y declaró al Consejo de Seguridad de la ONU que en la segunda cumbre sobre la situación de seguridad política en la República Centroafricana, el 20 de abril, el CIRGL instó a "los grupos armados a no realizar acciones que pongan en peligro un alto el fuego".
El presidente angoleño también reiteró el llamamiento hecho por los Jefes de Estado y de Gobierno a la comunidad internacional, en particular a la ONU, "para impulsar los esfuerzos regionales con miras a revitalizar el acuerdo político por la paz y la reconciliación".
Clasificado por la ONU como el segundo país menos desarrollado del mundo, la República Centroafricana se enfrenta a una guerra civil desde 2013, que, sin embargo, ha disminuido considerablemente en intensidad desde 2018.