25 de noviembre de 2022
El alto el fuego en la RDC entra en vigor a partir del viernes
La Mini-Cumbre sobre Paz y Seguridad en el Este de la RDC, realizada el miércoles en uno de los hoteles de Luanda, determinó, a partir del viernes, a las 18 horas, el fin del cese de todas las hostilidades y ataques armados del grupo M23 contra las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) y la Misión de las Naciones Unidas MONUSCO.
La decisión está expresada en el comunicado final de la reunión, realizada por iniciativa del Jefe de Estado, João Lourenço, y contó con la presencia de los Presidentes de la RDC, Félix Tshisekedi, y de Burundi, Évariste Ndayishimiye. Paul Kagame, de Ruanda, estuvo en gran parte ausente de la Mini-Cumbre en Luanda, y estuvo representado por el Ministro de Relaciones Exteriores, Vicent Biruta.
Los Jefes de Estado acordaron, en caso de que el M23 se niegue a cesar las hostilidades y retirarse de los territorios ocupados, optar por la intervención de la Fuerza Regional contra este movimiento armado, de conformidad con la decisión del Proceso de Nairobi y las conclusiones extraídas del reunión extraordinaria de los Jefes de Estado - Fuerzas Armadas de la Comunidad de África Oriental (EAC), celebrada en Bujumbura a principios de este mes.
Los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la CAO, al término de su reunión extraordinaria en Bujumbura, decidieron en ese momento que las fuerzas del M23 debían retirarse de las áreas ocupadas y regresar a sus posiciones iniciales.
En la misma línea, los Jefes de Estado también determinaron que, durante la retirada y retirada del M23 a sus posiciones iniciales en Sabinyo, del lado de la RDC, Kenia debería posicionar sus contingentes en Goma y en las localidades de Bunagana, Rutshuru y Kiwanja.
Según el comunicado final, la medida permitirá que las fuerzas del M23 no crucen la línea de los pueblos de Bigega, Bugusa, Nyanbikona, Mbuzi, Rutsiro y Nkokwe.
Desarme y Acantonamiento
Los Jefes de Estado recomendaron acelerar la implementación del Programa de desarme, desmovilización, reintegración comunitaria y estabilización en marcha en la RDC, y expresaron "profunda preocupación" por las condiciones en las que viven cientos de miles de desplazados en las zonas afectadas por la guerra , especialmente en la provincia de Kivu del Norte.
Por lo tanto, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que continúe brindando asistencia humanitaria a las poblaciones. Los Jefes de Estado decidieron crear las condiciones para la ocupación, por parte de la Fuerza Regional, de las zonas actualmente controladas por el M23, y el retorno de los desplazados internos a sus lugares de origen.
El cese de todo apoyo político-militar al M23 y a todos los grupos armados locales y extranjeros que operan en el este de la RDC y la región, así como el desarme y acantonamiento del M23 en territorio congoleño bajo el control de las FARDC, la Fuerza Regional y el Mecanismo de Verificación Ad-Hoc, con la colaboración de MINUSCO, también forman parte de las recomendaciones emitidas por la Mini-Cumbre de Luanda.
Reanudación del diálogo entre Ruanda y la RDC
En el comunicado, leído por el Ministro de Relaciones Exteriores, Téte António, los Jefes de Estado determinaron la reanudación y continuación de las consultas políticas entre el Gobierno de la RDC y los grupos armados locales, así como el diálogo bilateral entre la RDC y Ruanda, teniendo en cuenta con vistas a la normalización de las relaciones diplomáticas y el relanzamiento de la cooperación.
Los Jefes de Estado acordaron volver a reunirse próximamente en la capital de Burundi, Bujumbura, para evaluar la implementación de las conclusiones de las resoluciones y recomendaciones de la Mini-Cumbre de Luanda, que estableció un cronograma para la implementación de "acciones prioritarias", con miras a la cesación de las hostilidades y la "retirada inmediata" de las fuerzas negativas de las localidades congoleñas ocupadas.
Defendieron la coordinación permanente y en todos los niveles de la Hoja de Ruta de Luanda y el Proceso de Nairobi, así como determinaron el pleno cumplimiento de estos procesos, incluyendo las conclusiones derivadas de la reunión extraordinaria de Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la CAO, realizada en principios de este mes, en la capital de Burundi.
Los Jefes de Estado agradecieron al Campeón de la Unión Africana por la Paz y la Reconciliación en África y Mediador designado por la Asamblea de la Unión Africana (UA), João Lourenço, por su fraterna acogida y "compromiso activo" en la resolución de la crisis de seguridad en África Oriental.
Amenaza para la paz en la subregión
Los Jefes de Estado expresaron su preocupación por la persistencia de fuerzas negativas y terroristas en la región este de la RDC, subrayando que el hecho constituye una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad en la subregión.
Durante el encuentro expresaron su preocupación por el recrudecimiento de la inseguridad y las persistentes acciones militares del M23, así como la adquisición, por parte de este grupo armado, de armas cada vez más sofisticadas y otros medios para realizar ataques contra las Fuerzas Armadas de la República Democrática. del Congo (FARDC).
La Mini-Cumbre, convocada por el Presidente de la República, João Lourenço, como mediador designado para mantener el diálogo entre la RDC y Ruanda, estableció un cronograma para la implementación de "acciones prioritarias", con miras al cese de hostilidades y la retirada inmediata del M23 de los lugares congoleños ocupados y coordinación de los Procesos de Luanda y Nairobi.
Al acto asistieron la representante especial del Presidente de la Comisión de la Unión Africana y jefa de la Oficina de Enlace de la Unión Africana en la RDC, Michelle Ndiaye, el Secretario Ejecutivo de la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos (ICRGL), Samuel Caholo, y el comandante del Mecanismo de Verificación Ad-Hoc, teniente general angoleño Nassone João.