
27 de Junio de 2025
El presidente João Lourenço defiende un mejor funcionamiento de la ONU
El presidente João Lourenço instó el jueves a los Estados miembros de las Naciones Unidas a concentrar esfuerzos en la necesidad de ayudar a la Organización a mejorar significativamente su funcionamiento.
En un mensaje con motivo del 80.º aniversario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebrado ayer, el Presidente de la República consideró que dichos esfuerzos implican asumir el imperativo de reformas en algunos de sus órganos, especialmente el Consejo de Seguridad.
“Tratándose de una cuestión compleja (la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU), debe abordarse sin subjetivismos de ningún tipo, para que pueda corresponder a la configuración actual del mundo en que vivimos y estar en condiciones de dar respuestas adecuadas a los grandes e intrincados desafíos que enfrentamos”, defendió.
João Lourenço insistió en que todos deben comprometerse con la materialización de este “objetivo fundamental”, para “contribuir al refuerzo del papel de las Naciones Unidas y a la reafirmación de su legitimidad en el contexto global actual, en el que debe mantener su vigor y convertirse en el principal factor de paz, estabilidad y seguridad mundial”.
El Jefe de Estado recordó que vivimos una época de nuevos desafíos en materia de defensa del medio ambiente, paz y seguridad universales, gestión sostenible de los recursos, garantía de la seguridad alimentaria y energética, y prevención y combate de las endemias y pandemias, cuyos efectos se propagan rápidamente a escala global. Esto, dijo, obliga a actuar de forma concertada y con cooperación entre las naciones, destacando la relevancia de las Naciones Unidas como centro de convergencia de ideas, esfuerzos, iniciativas y acción colectiva “para superar obstáculos y construir un mundo donde reinen la armonía, el bienestar y la concordia”.
Momento de reflexión
Al referirse al Día de la ONU, el presidente João Lourenço consideró que la efeméride es “una oportunidad ideal para comprometernos en una reflexión conjunta sobre la trayectoria de la humanidad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, valorar los diversos obstáculos que supimos superar juntos e identificar los desafíos que aún tenemos por delante, sin perder nunca de vista el principal objetivo que estuvo en la base de la creación de la Organización de las Naciones Unidas, a saber: el fin y la prevención de las guerras y el establecimiento definitivo de la paz mundial”.
Recordó que en el momento de su fundación, las Naciones Unidas inspiraron una renovada esperanza en un futuro más justo, al consagrar un modelo de diálogo entre Estados, en el que todos disfrutaban del mismo derecho a la palabra, independientemente de su ubicación geográfica, poder económico-financiero, desarrollo técnico-científico o poderío militar.
João Lourenço reconoció que, transcurridas ocho décadas, la ONU se ha ido robusteciendo con nuevos miembros, pasando de las 51 naciones iniciales a las 193 actuales, lo que la ha obligado a evolucionar y adaptarse constantemente para desempeñar un papel crucial en la resolución de las muchas crisis que el mundo ha enfrentado en estos 80 años de existencia.
“Acompañando las mutaciones permanentes del orden mundial, las Naciones Unidas supieron ampliar su campo de actuación más allá de la política, destacando las esferas económica y social, a medida que se evidenciaba la relación entre paz y prosperidad económica, desarrollando fuertes sinergias con los Estados miembros en la lucha contra el hambre y la pobreza, en la defensa de los derechos fundamentales del ser humano, como el derecho a la libertad de expresión y de prensa, y el acceso a la educación, salud, vivienda y empleo”, destacó.
Aun así, João Lourenço señaló algunas debilidades de las Naciones Unidas. “Debemos reconocer la persistencia de graves problemas por resolver en África, Oriente Medio, Europa y otros puntos de nuestro planeta, donde las graves crisis que allí ocurren denotan fragilidades de nuestra institución, que deben impulsarnos a actuar en un ambiente de cohesión y unidad, en el que el respeto por los intereses de cada uno debe tener primacía en el abordaje de las situaciones difíciles y de las crisis que nuestro planeta enfrenta hoy en día”, defendió.
El 26 de junio de 1945, se firmó en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, la Carta de las Naciones Unidas, marcando así el aniversario de la mayor organización mundial.