29 de septiembre de 2020
El gobierno adopta medidas de socorro en la agricultura
El secretario de Estado de Agricultura y Ganadería, João Manuel da Cunha, dijo este lunes que el Gobierno angoleño está tomando medidas para paliar los efectos de la pandemia del covid-19 en la agricultura.
Para paliar los efectos de la crisis, el Gobierno está brindando apoyo al sector informal, del que depende gran parte de las familias angoleñas, con el financiamiento de las actividades de la agricultura familiar, a través de la banca y el Fondo Agrario.
Con el mismo objetivo, el Ejecutivo creó el Fondo de Capital Riesgo con el objetivo de otorgar microcréditos para apoyar escuelas de campo y bancos de crédito comunitarios.
El Ejecutivo también creó el Fondo de Emergencia, que está brindando apoyo a los programas de agricultura, ganadería y pesca, especialmente para las comunidades más vulnerables, y los programas de Transferencia de Base Monetaria y Canasta Básica de Alimentos.
En su intervención en la 27a Sesión del Comité de Agricultura de la FAO (COAG), que se realiza por videoconferencia, el funcionario explicó que el sector agrícola en Angola tuvo que enfrentar algunos desafíos, especialmente en la primera fase de la pandemia, como resultado de las limitaciones impuestas a la libre circulación de personas y bienes.
Durante su intervención, João Manuel da Cunha expresó el reconocimiento y apoyo sin reservas de Angola a la institucionalización del Subcomité de Ganadería, cuya creación forma parte del programa de esta sesión.
En su opinión, el Subcomité mejorará la participación de los técnicos del área en las discusiones y contribuirá al cumplimiento de los ODS.
Por otro lado, afirmó que en la etapa actual en la que se amplía el espectro del hambre, es necesario analizar y abordar las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
En este sentido, considera que “la falta de sensibilidad de la humanidad que sigue desperdiciando alimentos es injusta, mientras que en otros lugares hay alrededor de 820 millones de personas pasando hambre, una cifra que tiende a aumentar debido al covid-19”.
Para João da Cunha, el Código de Conducta Voluntario sobre la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos es un instrumento importante para apoyar a todos los actores de la cadena de valor en la lucha contra el desperdicio.
João da Cunha también expresó el apoyo del país al Plan de Acción para la implementación de la estrategia para la integración de la biodiversidad en los sectores agrícolas, con miras a cambiar el marco actual, caracterizado por la erosión de la biodiversidad, y enfrentar los nuevos desafíos derivados de la crecimiento de la población y cambio climático.
Angola también apoya la implementación de una Plataforma Internacional para la Alimentación y la Agricultura Digital, justificada principalmente por el contexto actual de la pandemia del covid-19, que ha venido exigiendo la aplicación de tecnologías digitales en la alimentación y la agricultura de todos.
La digitalización, según el Secretario de Estado, puede hacer que los sistemas alimentarios sean más productivos y contribuir a todas las dimensiones del desarrollo sostenible: económica, ambiental y social.
Por cierto, informó que el Gobierno definió, en el Plan Quinquenal de Desarrollo Nacional, como prioridad relanzar y diversificar la producción agrícola y pesquera, con el fin de reducir el déficit alimentario, mejorar la nutrición y las condiciones de vida de las poblaciones, principalmente el más vulnerable.
“Las líneas de acción que orientan nuestra actividad se enfocan principalmente en el relanzamiento del Programa de Apoyo a la Producción Nacional, Diversificación de Exportaciones y Reemplazo de Importaciones (PRODESI)”, explicó, agregando que el programa prevé una fluida alianza con el sector privado, para incrementar la producción nacional y los ingresos familiares, la extensión rural y la educación y capacitación.
Con eso, dijo, la intención es invertir fuertemente en proyectos que tengan como objetivo contribuir al incremento en la producción de cereales, hortalizas, frutas y tubérculos, construcción de perímetros de regadío, así como incentivar la producción animal, con miras a reducir la importación de bienes que se puede producir fácilmente en el país.
Para lograr este objetivo, dijo, el país está cambiando paulatinamente su paradigma, fomentando la mecanización, teniendo en cuenta que en Angola el 72% de la tierra todavía se prepara manualmente y el 25% por tracción animal.
También destacó el Censo Agropecuario y Pesquero (RAPP), lanzado en agosto de 2020, con el objetivo de actualizar el mapa agrario nacional en los ámbitos de la agricultura familiar y empresarial e identificar lo que se produce y las dificultades existentes.
El proyecto tiene como objetivo consolidar y fortalecer la base de datos, con información estadística confiable y robusta, que servirá de base para la alineación de políticas y estrategias nacionales.
Para la implementación de estas acciones, el Gobierno de Angola espera contar con la ayuda de la comunidad internacional y la asistencia técnica de la FAO, dada su gran experiencia en materia de desarrollo agrícola.
Cambio climático y plagas
En cuanto al cambio climático, dijo que si bien el territorio angoleño es privilegiado en recursos como el agua, al igual que otros países en desarrollo, hay períodos en los que la agricultura sufre por su carencia, con énfasis en el período de sequía.
Por cierto, dijo que en el sur de Angola alrededor de 2,3 millones de personas se vieron afectadas por la sequía, de las cuales 500 mil son niños menores de cinco años, según UNICEF.
“De ahí la necesidad de hacer un mejor uso de los ríos y otros cuerpos de agua, mejorando y diversificando los sistemas de riego y para ello esperamos contar con el apoyo técnico de la FAO”, dijo.
Para João da Cunha, el cambio climático y la variabilidad estacional impulsan la aparición, propagación y gravedad de plagas y enfermedades, que afectan significativamente los sistemas de producción agrícola y ganadera, el medio ambiente y la salud humana.
Entre las principales plagas de las plantas, João Cunha señaló que las langostas del desierto eran las más devastadoras, debido a su rápida propagación a través de las fronteras. La oruga del maíz es otra plaga muy devastadora que se ha extendido por grandes extensiones de cultivos en África.
En el ámbito de la ciudadanía solidaria, recordó que el Fondo Africano de Solidaridad, que tiene a Angola como presidente del Comité Directivo, apoyó, con un millón de dólares, para enfrentar la plaga de langostas que estaban poniendo en riesgo la seguridad alimentaria en los países de las Américas. Este de Africa.
La sesión discutirá, entre varios temas, “Los Objetivos de Ganadería Sostenible para el Desarrollo Sostenible (ODS)”, “La pandemia COVID-19 y su impacto en la seguridad alimentaria y nutricional y en los sistemas alimentarios”, “El Código de Conducta voluntaria para la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos ”, el“ Plan de acción de la juventud rural ”y la propuesta de un Subcomité de Ganadería del COAG.