4 de Diciembre de 2024

Biden se despide con un viaje a Angola para mostrar su alternativa a China en África

El presidente cumple su promesa de visitar el continente, pero lo hace cuando todos están ya más pendientes de la llegada de Trump

Joe Biden prometió viajar a África antes de terminar su mandato y cumplirá su palabra. El presidente de Estados Unidos inicia este lunes una visita de tres días a Angola en el que es, por ahora, el último viaje oficial anunciado de su mandato. En cuatro años marcados por la retirada de Afganistán, la guerra de Ucrania y las de Gaza y el Líbano, la política africana de Biden ha ocupado un lugar menor. Sin embargo, África se ha convertido en terreno de la competición geoestratégica con China (y, en menor medida, con Rusia) y el presidente quiere simbolizar la nueva aproximación que su Gobierno ha dado a la relación con el continente. Para eso, ningún destino mejor que Angola, donde Estados Unidos y sus aliados impulsan una alternativa africana a la Nueva Ruta de la Seda china que Biden cree que puede tener continuidad con Donald Trump en la Casa Blanca.

Se trata de la primera visita de un presidente de Estados Unidos a Angola y la primera a África en casi una década, desde que Barack Obama viajó a Kenia y Etiopía en 2015. Biden devuelve la visita que hizo Lourenço a la Casa Blanca hace un año. El presidente angoleño también asistió a la Cumbre de Líderes Africanos celebrada en Washington en noviembre de 2022. Antes de llegar a Angola, parará brevemente en Cabo Verde, donde saludará al primer ministro, Ulisses Correia e Silva.

“Este viaje también tiene un enfoque regional que va mucho más allá de las fronteras angoleñas”, señaló el alto cargo. Estados Unidos ha defendido que se concedan nuevos puestos a África en el G-20, en el Consejo de Seguridad de la ONU y en los consejos de las instituciones financieras internacionales, dentro de una política para reforzar las relaciones con un continente del que su diplomacia se ha desentendido durante mucho tiempo. Además de reunirse con Lourenço, Biden pronunciará un discurso en el que destacará el aumento y la fuerza de las relaciones con Angola y todo el continente.

En la Cumbre de Líderes Africanos de 2022, Estados Unidos se comprometió a invertir 55.000 millones de dólares en África en los tres años siguientes y dos años después, ya se ha cumplido el 80% de ese compromiso en asuntos como infraestructuras, conservación, adaptación al cambio climático y energía.

Tras su independencia en 1975, Angola entró en la órbita soviética, vivió una larga y sangrienta guerra civil en la que Estados Unidos apoyó a los rebeldes de la Unión para la Independencia Total de Angola (UNITA) con el fin de derrocar al Gobierno del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA). El régimen corrupto de José Eduardo dos Santos, que estuvo 38 años en el poder, se entregó luego al dinero chino en forma de préstamos que hipotecaron al país. Como ministro de Defensa, primero, y como presidente desde 2017, João Lourenço tendió puentes con Estados Unidos que el Gobierno de Biden ha reforzado en los últimos años.

“El presidente Biden viajará a Angola, donde destacará la transformación y la profundización de la relación entre Estados Unidos y Angola, y también reafirmará nuestro compromiso de reforzar nuestras alianzas en toda África. Se trata de un viaje histórico. Estamos entusiasmados”, señaló un alto cargo del Gobierno estadounidense en una llamada con periodistas.

En Angola, Biden se centrará en el proyecto de inversión más emblemático que ha apoyado, el corredor transafricano Lobito. Es el mejor exponente del giro que Biden ha pretendido dar a la política estadounidense en África para pasar de una relación marginal basada en la ayuda y la seguridad a otra centrada en el desarrollo de infraestructuras y la cooperación económica a largo plazo. Se trata de la construcción, rehabilitación y reconstrucción de una conexión ferroviaria y de otras infraestructuras desde el puerto de Lobito hasta la República Democrática del Congo, con un planteamiento de una segunda fase hacia Zambia y, finalmente, hasta Tanzania, para conectar los océanos Atlántico e Índico.

Estados Unidos y sus socios ven el corredor Lobito como una alternativa a la iniciativa de La Franja y la Ruta, el nombre oficial de la también conocida como Nueva Ruta de la Seda, el enorme programa de infraestructuras con el que China busca conectarse al mundo y reforzar su posición geoestratégica. China firmó en septiembre un acuerdo con Tanzania y Zambia para reactivar una línea ferroviaria rival hacia la costa oriental de África. Washington resalta que en este caso las inversiones se están realizando mediante procesos de contratación transparentes, abiertos y competitivos y con implicación del sector privado, con la idea de que la iniciativa sea rentable en sí misma.

Las deudas con China asumidas por muchos países a cambio de las inversiones en infraestructuras han hipotecado a los países, que con frecuencia se ven obligados a pagar con sus recursos básicos. El presidente de Angola, João Lourenço, se queja de ello en una entrevista concedida a The New York Times con motivo de la visita de Biden: “Somos conscientes de que tener esa deuda ligada a una garantía como el petróleo ha sido perjudicial para el país. Pero en aquel momento aceptamos esa condición. Y por ello hemos tenido que cumplir nuestra palabra. Y esto es lo que estamos haciendo. Estamos pagando la deuda. Si me preguntaran ahora si aceptaría un nuevo préstamo en las mismas condiciones, les diría que no”.