5 de Marzo de 2025

La cumbre de la Liga Árabe aprueba el plan de reconstrucción de la Franja de Gaza

La Cumbre Extraordinaria de la Liga Árabe, que tuvo lugar este martes en El Cairo, Egipto, con la participación del presidente de la Unión Africana, João Lourenço, aprobó el plan de reconstrucción de la Franja de Gaza presentado por Egipto, estimado en 53 mil millones de dólares.

El anuncio lo hizo el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sissi, en la sesión de clausura de esta cumbre, celebrada en la Nueva Capital Administrativa egipcia, a 45 kilómetros al este de El Cairo, y que tuvo lugar en respuesta al proyecto del jefe de Estado estadounidense, Donald Trump, de expulsar a los más de dos millones de palestinos del enclave y transformarlo en la "Riviera de Oriente Medio".

Además del presidente angoleño, a la cumbre extraordinaria de líderes de la Liga Árabe asistieron el secretario general de la ONU, António Guterres, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, entre otras personalidades.

Acerca del plan

Presentado por el gobierno egipcio como una alternativa al plan de Donald Trump, que pretende transformar el enclave en una "Riviera de Oriente Medio" vaciada de sus habitantes, este plan ya cuenta con el "firme apoyo" de la ONU.

El plan, acogido con agrado por el gobierno israelí, fue rechazado unánimemente por el resto de la comunidad internacional.

"Esperamos una actuación árabe eficaz que ponga fin a la tragedia humanitaria creada por la ocupación en la Franja de Gaza (...) y que frustre los planes de la ocupación (israelí) de desplazar" a los palestinos, afirmó Hamás en el preámbulo de esta cumbre, cuyo objetivo era adoptar una alternativa viable al plan estadounidense para la Franja de Gaza.

En esta línea, Egipto, uno de los países que junto a Qatar y Estados Unidos ha mediado en el conflicto, presentó un plan presupuestado en 53.000 millones de dólares para la reconstrucción del enclave, completamente devastado por 15 meses de guerra.

Este documento de 112 páginas, que incluye mapas con imágenes de posibles reorganizaciones del territorio, prevé una reconstrucción en cinco años y propone la creación de un fondo supervisado internacionalmente para garantizar "la sostenibilidad de la financiación" así como su "transparencia".

En la estrategia trazada por El Cairo y ya aprobada por la ONU y la Alta Autoridad Palestina, la primera etapa, de seis meses de duración, debería centrarse en la retirada de escombros, minas y explosivos, y en el alojamiento temporal de los aproximadamente 1,5 millones de habitantes.

Según el plan egipcio, se prevén dos fases más de reconstrucción: la primera abarcará la infraestructura esencial y las viviendas permanentes, y la segunda se centrará en diversas instalaciones, incluido un puerto comercial, hoteles y un aeropuerto.

A largo plazo, el plan prevé la reanudación total del control del enclave por parte de la Alta Autoridad Palestina, actualmente basada en Cisjordania ocupada, con una posible presencia internacional.

Este plan, que pretende salvar el proceso de paz entre Hamás e Israel, llega en un momento en que el alto el fuego vigente desde el 19 de enero entre Hamás e Israel está “pende de un hilo”, debido a los persistentes desacuerdos entre las partes sobre las modalidades de la segunda fase de la tregua que debía comenzar el sábado pasado.

Tras el fin oficial de la primera fase del alto el fuego el 1 de marzo, período marcado por una retirada militar israelí y una serie de intercambios de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, no se trazaron líneas generales para la segunda fase, que, en principio, debía marcar una consolidación del proceso de paz, con la implementación de un alto el fuego permanente.

Para pasar a esta segunda fase, Israel exige la entrega de todos los rehenes aún retenidos por Hamás y una "desmilitarización total" de Gaza. Condiciones rechazadas por Hamás, para las que las cuestiones de las "armas de la resistencia (a Israel)", o una posible "deportación de los combatientes de la resistencia o de la población" no son negociables.

En este contexto de impasse entre Hamás e Israel, el gobierno de Netanyahu bloquea desde el pasado fin de semana la llegada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, pese a varios llamamientos para su restablecimiento, en particular de Naciones Unidas.

Guerra entre Israel y Hamás

La guerra entre Israel y Hamás es una disputa prolongada que involucra cuestiones territoriales, políticas y religiosas, centrada en la lucha por el control de la Franja de Gaza, ataques mutuos y diferencias ideológicas sobre la existencia de un Estado palestino y la destrucción de Israel. 

El conflicto tiene sus raíces en la ocupación de los territorios palestinos por Israel, apoyado por Estados Unidos, y el surgimiento de Hamás durante la Primera Intifada en 1987, cuando la organización tomó el control de Gaza en 2007, con el apoyo de Irán.

Mientras Hamás pretende destruir a Israel y crear un Estado palestino islámico, Israel busca desmantelar la infraestructura militar del grupo y contener los ataques con cohetes.

Las consecuencias de la guerra entre Israel y Hamás son devastadoras para ambas partes, pero principalmente para la población civil de Gaza, con destrucción masiva, muertes indiscriminadas y dificultades en las negociaciones de paz, alimentando las tensiones regionales. 

Desde que Hamás tomó el control de la región, se han producido varios ciclos de conflicto, que han causado innumerables muertes, destrucción de infraestructura y un mayor sufrimiento para la población palestina.

Además, el conflicto actual impide cualquier progreso significativo hacia una solución pacífica de dos Estados, que implicaría la creación de un Estado palestino junto a Israel. 

En el ámbito internacional, el conflicto genera divisiones y exacerba las tensiones entre distintos países, especialmente en Medio Oriente, con la constante posibilidad de involucramiento de potencias regionales como Irán.

Conflicto actual

En la actualidad, el conflicto entre Israel y Hamás sigue estando marcado por períodos de escalada de violencia, seguidos de ceses del fuego temporales.

La mayor escalada de esta guerra comenzó el 7 de octubre de 2023, tras un ataque sorpresa de Hamás contra Israel, que dejó 1.200 muertos y 251 rehenes israelíes.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar contra el grupo palestino en Gaza, que ahora está prácticamente en ruinas.

Quince meses después de la escalada del conflicto, las consecuencias son enormes, con más de 46.000 palestinos muertos durante las acciones militares israelíes y 110.453 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás.

El Centro de Satélites de las Naciones Unidas (UNOSAT) estimó que a principios de diciembre el 69 por ciento de todas las estructuras de Gaza habían sido destruidas. 

La ONU también concluyó que el 68% de la red de carreteras de la Franja de Gaza había sido destruida.

Mientras tanto, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios estima que 1,9 millones de personas han sido desplazadas internamente, lo que representa alrededor del 90 por ciento de la población de la Franja de Gaza.

Sin embargo, el último acuerdo de alto el fuego firmado en Qatar estuvo en vigor del 19 de enero al 1 de marzo de este año, proporcionando una tregua al conflicto entre Israel y Hamás, que ya dura 15 meses. 

Por lo tanto, constituye un enorme desafío para las partes, la comunidad internacional en general y otros países de la región en particular, en la búsqueda de soluciones para la paz en la Franja de Gaza, así como para su reconstrucción.