22 de Noviembre de 2024

Angola prevé una caída de la inflación hasta el 16,6% en 2025

Para 2025, Angola prevé una caída del nivel general de precios en torno al 16,6% y un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 4,14%.

Las cifras fueron presentadas ayer, en Luanda, por el Secretario de Estado del Presupuesto, Juciene de Sousa, en la ceremonia de presentación del informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las perspectivas económicas para la región del África Subsahariana.

Según el responsable, Angola también espera que la deuda pública retome su trayectoria descendente en 2025, alcanzando el 66,8% del PIB, nivel considerado sostenible para ese mismo año.

Según el ministro, hoy más que nunca las reformas necesitan ir acompañadas de una visión estratégica y de una implementación eficaz para el contexto económico del mercado nacional.

«La presión por los resultados es alta, pero al mismo tiempo las oportunidades son enormes, por lo que el gran reto es convertir estas expectativas en realidad y para ello es fundamental la colaboración entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil», afirmó.

Juciene de Sousa afirmó que el tema «Reformas en un contexto de grandes expectativas», abordado durante la ceremonia, es sumamente pertinente, ya que refleja tanto las esperanzas como las realidades que marcan la trayectoria actual del África subsahariana. Según Juciene de Sousa, la mayoría de los países de la región se enfrentan a retos a la hora de aplicar reformas para restablecer la estabilidad macroeconómica.

«Los desequilibrios internos y externos ya han comenzado a disminuir, principalmente debido a los ajustes de política, aunque el panorama es heterogéneo, ya que alrededor de la mitad de los países de la región todavía tienen altos desequilibrios, como se presenta en el informe», explicó. Según el funcionario, se prevé que la región del África subsahariana crezca un 3,6% en 2024, pero con un alto nivel de disparidad entre los países, ya que los países con mayor diversidad en sus economías están creciendo alrededor del 5% de lo proyectado, mientras que los exportadores de petróleo han registrado en general un crecimiento menor.

Más inclusión financiera Por su parte, el gobernador del Banco Nacional de Angola, Manuel Tiago Dias, afirmó que las perspectivas económicas regionales para la región africana permiten evaluar y comprender, por un lado, el comportamiento de los indicadores macroeconómicos de la región, las perspectivas a corto, medio y largo plazo y las recomendaciones de política que podrían aplicarse para resolver los problemas identificados.

«Las cuestiones económicas y financieras no pueden debatirse sin prestar especial atención a los asuntos relacionados con la inclusión financiera y la igualdad de género, sobre todo en lo que respecta al acceso a la educación y al empleo», afirmó el responsable del BNA.

En cuanto a la igualdad de género y el desarrollo económico en el África subsahariana, Manuel Dias afirmó que el informe pone de relieve los considerables esfuerzos y los resultados visibles que la mayoría de los países de la región han realizado para reducir las desigualdades de género en las últimas décadas.

Afirmó que persisten algunos retos que deben abordarse con rapidez, señalando el limitado acceso de las mujeres y las niñas a las oportunidades en educación, sanidad, servicios financieros y empleo altamente cualificado. El FMI anima a los gobiernos a crear más Los países del África subsahariana, especialmente los exportadores de petróleo como Angola, Chad y Nigeria, deben proteger a las familias más vulnerables de los costes de los ajustes que vienen aplicando, llevando a cabo reformas que creen suficientes puestos de trabajo para contar con el apoyo de sus ciudadanos.

La información figura en el informe sobre las perspectivas económicas regionales del África Subsahariana, presentado ayer en Luanda por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en colaboración con el Banco Nacional de Angola (BNA).

El documento afirma que los países del África Subsahariana están aplicando reformas difíciles y necesarias para restablecer la estabilidad macroeconómica y, aunque los desequilibrios tienden a disminuir, el panorama todavía no es alentador.

Según el documento, las economías de la región se enfrentan a tres obstáculos principales: un crecimiento moderado e irregular, unas condiciones de financiación difíciles y una compleja interacción de los recursos.

«Se prevé que el crecimiento regional sea del 3,6% en 2024, aunque se espera que se recupere modestamente el próximo año hasta el 4,2%», reza el informe.

En este entorno, según el documento, los gobiernos se enfrentan a un difícil equilibrio en la búsqueda de la estabilidad macroeconómica, al tiempo que trabajan para satisfacer las necesidades de desarrollo y garantizar que las reformas sean social y políticamente aceptables.

Y en el caso de los exportadores de petróleo, dada la transición mundial hacia la energía verde, la necesidad de diversificar es cada vez más urgente.