27 DE ABRIL DE 2015
Angola contra todo tipo de radicalismo
Angola defendió en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la promoción de dialogo entre gobiernos, organizaciones internacionales y movimientos juveniles, la programación de los principios democráticos en el combate al radicalismo y extremismo violento.
Esta posición fue manifestada por el secretario de Estado de las Relaciones Exteriores Manuel Augusto, cuando discursaba en Nueva York, en el debate abierto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la “La Paz y la Seguridad Internacional: el Papel de los Jóvenes en la Lucha contra el Extremismo Violento y en la Promoción de la Paz”.
El secretario de Estado está preocupado con lo que consideró “alarmante aumento de hombres y mujeres jóvenes, muchos de ellos bien educados y criados, que se unieron a grupos terroristas”. Manuel Augusto defiende que este fenómeno y la creciente influencia de las redes de terroristas deben servir de alerta para la comunidad internacional sobre la necesidad de identificación de las causas de este problema y tratarlo de forma eficaz.
Manuel Augusto dijo que, a pesar de que las razones que llevan a los jóvenes al radicalismo varían, existen algunos trazos comunes, como la crisis de identidad, exclusión, desinformación y la discrepancia entre las expectativas y la realidad, factores que los jóvenes pueden explotar independientemente de la localización geográfica o la condición social.
“Durante esta fase de la vida, los hombres y las mujeres jóvenes son rebeldes, tienden a descargar su frustración en la comunidad, y son vulnerables a la propaganda extremista y violenta en redes virtuales, en clubs de jóvenes o en locales de culto”, dijo Manuel Augusto, que participó en el encuentro acompañado por el representante permanente de Angola junto de la ONU, embajador Ismael Gaspar Martins.
Manuel Augusto afirmó que la evolución tecnológica y la rápida diseminación de la información han proporcionado una mayor consistencia entre los jóvenes sobre acontecimientos políticos en todo el Mundo, alertando que el intervencionismo político y militar puede generar resentimientos y llevar a formas de extremismo violento.
En este contexto, defendió la interacción entre las comunidades locales y los jóvenes, proporcionando salidas positivas para la situación a través del deporte, del arte o de otros programas que transmitan un ambiente seguro y acogedor, defendiendo también un cambio de la visión política y estratégica del Mundo, par que los pueblos y países sean tratados por igual, además de políticas que contribuyan a acabar con las tensiones y humillaciones de pueblos.
“Es necesario encontrar maneras de saber gestionar con esas cuestiones criticas, abordando las necesidades fundamentales, materiales y espirituales de los jóvenes, promoviendo su inclusión política, económica y social”, destacó.
En relación a Angola, Manuel Augusto dijo que existen muchos jóvenes que participan activamente o fueron indirectamente afectados por la guerra y que son objeto de preocupación del Gobierno, establecidos como objetivo central de sus políticas económicas generando empleo cualificado, competitivo y adecuadamente remunerado para los jóvenes, habiendo citado el Plan Nacional de Desarrollo, que tiene un papel centra en la juventud. El Gobierno creó el Observatorio Nacional contra el Terrorismo, con el objetivo principal de monitorear y combatir potenciales amenazas.