28 DE MAYO DE 2015
Angola fue el segundo país africano que más inversión directa extranjera obtuvo en 2014
Angola fue el segundo mayor receptor africano de Inversión Directa Extranjera (IDE) en 2014, con 14.684 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a la percibida por Egipto, que recibió 16.518 millones de euros, según informó el diario ‘Financial Times’.
Esta posición supone una subida de dos puestos en relación al periodo anterior, cuando el país ocupaba el cuarto lugar como destino de inversiones extranjeras directas en África, de acuerdo con un estudio de la consultora Ernst & Young sobre atractivo empresarial.
El estudio de Ernst & Young atribuía este rendimiento a las inversiones en curso al nivel de infraestructuras en Angola, específicamente puertos y aeropuertos, así como a la creación del fondo de inversión soberano y al anunciado lanzamiento de la Bolsa en Luanda.
En el ranking de 2013, la Inversión Directa Extranjera (IDE) estuvo liderada por Sudáfrica, seguida por Nigeria y Kenia, tres países que concentraron el 40% del total de la inversión en los más de 50 estados africanos. En cuanto a Angola, representaba el 6,9% de la inversión extranjera.
El ranking de la Inversión Directa Extranjera de 2014 está liderado por Egipto, con 16.518 millones de euros; seguido de Angola, con 14.684 millones de euros. Las posiciones siguientes las ocupa Nigeria, con 10.094 millones de euros; Mozambique, con 8.260 millones de euros, y Marruecos, con 4.589 millones de euros.
En 2014, de acuerdo con el periódico británico, que cita el FDi Intelligence, África fue la región del mundo que más creció en términos de Inversión Directa Extranjera, habiendo aumentado el número de proyectos en un 6% y los fondos en un 65%, hasta 79.857millones de euros, lo que es especialmente significativo si se compara con el crecimiento mundial de apenas un 1%.
Según los datos, el crecimiento de la Inversión Directa Extranjera estuvo equilibrado entre las dos mitades del continente, con inversiones de capital en el norte de África que aumentaron más del doble, de 9.179 a 23.865 millones de euros, mientras que en el África subsahariana vio sus niveles de inversión aumentar de 38.552 a 55.999 millones de euros.
La canalización de la Inversión Directa Extranjera tiende a estar orientada por el mercado, concluye el estudio citado por el ‘Financial Times’, que señala que las economías que registraron un fuerte crecimiento el año pasado también recibieron un aumento de Inversión Directa Extranjera en volumen.
El continente africano creció un 5% el año pasado, un crecimiento 1,5 puntos superior al de la economía mundial. Para este año tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial alertaron de una bajada en el crecimiento, hasta el 4 o el 4,5%, debido a los efectos de la caída de los precios del petróleo y al impacto de la epidemia del ébola, pero para el próximo año ya se espera una recuperación hasta el 5%.
En el primer trimestre, la Agencia Nacional de la Inversión Privada (ANIP) recibió 37 propuestas de inversión en el país, valoradas en cerca de 91.767 millones de euros.
La nueva ley de Inversión Privada, ya aprobada por la Asamblea Nacional, hace el proceso de repatriación de capitales, beneficios y dividendos de las empresas que operan internacionalmente más expedito.
La nueva regularización reduce el exceso de burocracia en la inversión en Angola, haciendo el “proceso de decisión más ágil”, de acuerdo el Gobierno angoleño. Las inversiones privadas de hasta 9.180.177 euros pasarán a ser aprobadas -además de instruidas y preparadas- por los departamentos ministeriales del respectivo sector, siendo las de capital superior tramitados directamente por el Presidente de la República. “Retirar el exceso de intervinientes en el proceso de decisión de la inversión” es el objetivo del Ejecutivo.
La revisión de la legislación coloca al turismo, las telecomunicaciones y tecnologías de la información, la logística y transportes, la energía y aguas y la construcción como sectores prioritarios, en los que los inversores extranjeros están obligados a tener acuerdos nacionales, equivalentes a un porcentaje mínimo del 35% del capital.