Presidente de Angola, José Eduardo dos Santos y su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff

17 DE JUNIO DE 2014

El Presidente de la República quiere nuevas áreas de cooperación con Brasil

El Presidente de la República, José Eduardo dos Santos, defendió este lunes, en Brasilia, la necesidad de extender las relaciones con Brasil para nuevas áreas de cooperación.

“Destacamos la importancia de establecer entendimientos en el domino de la industria naval y sentido de crear condiciones para estimular inversión en el área industrial”, declaró.

El Jefe de Estado discursaba al final de un encuentro de trabajo con la homologa brasileña, Dilma Rousseff, en el marco de la visita oficial que realizó del 10 al 16 del corriente mes a la República Federal de Brasil.

Afirmó, también, que Angola es un país con condiciones excelentes para el desarrollo de la agricultura y que la intención del gobierno angoleño es crear condiciones para que varios productos de origen agrícola puedan ser transformados localmente, reduciendo la importación de bienes de consumo.

Tras considerar el encuentro como “un paso más en el sentido de la consolidación de las relaciones de amistad y cooperación entre Angola y Brasil”, afirmó que las relaciones entre sí son excelentes, y asientan un diálogo político y regular y a todos los niveles.

José Eduardo dos Santos informó que se aprobaron varios instrumentos jurídicos en el marco de la cooperación y que otros están en preparación, con vista a reforzar los mecanismos de aplicación de acuerdos estratégicos en los campos de la política, así como programas y proyectos específicos de interés común.

La Presidenta brasileña, dijo que se crearon las facilidades de crédito para financiar exportaciones de bienes y servicios de empresas brasileñas para Angola.

“Angola, pienso, ha sido un buen socio en este dominio y ha pagado regularmente sus deudas. Angola es el tercer socio de Brasil en África”, destacó.

A modo de ejemplo explicó que en el primer trimestre de 2014 el valor de las exportaciones de origen brasileño superaron los 143 millones de dólares.

Hizo hincapié en el hecho de que las empresas brasileñas de gran dimensión realizasen complicadas obras públicas e inversiones directas, asociándose, en algunos casos, a empresarios locales.