18 DE FEBRERO DE 2015
Angola a ritmo de Carnaval
Miles de personas bailaron y cantaron el martes al ritmo del Carnaval en todo el país. Marcados por danzas típicas de cada región, la fiesta popular del Entrudo invadió las calles de todas las provincias que se contagió entre los angoleños.
El desfile de cada uno de los puntos del país estuvo marcado por la exhuberancia del traje tradicional del batuque, reco-reco, marimba y del silbato. En Luanda, el semba y la kazukuta fueron los ritmos dominantes en el gran desfile de la nueva Marginal. En las restantes provincias hubo maringa, kintuene, mayeye, kwassa y txianda.
Lejos del habitual “baño de multitudes” en la Nueva Marginal, competidores y carrozas dieron luz a una mega manifestación cultural, con emoción y entusiasmo.
Al igual que en años anteriores, el desfile estuvo marcado por la ausencia de innovaciones en la designación alegorías. Los grupos bajaron a la pista para disfrutar el Carnaval, en un año de moderaciones financieras.
La Unión NJinga Nbandi y Sagrada Esperança protagonizaron los mayores momentos de tensión y explosión, con dos coreografías que hicieron levantar a toda la grada. Entre los destacados estuvieron también la Unión Domant, Unión 54 y Dimba Dya Ngola.
El grupo Unión Tonessa, grupo homenajeado, inició la fiesta, al ritmo de semba. Vestido con sus tradicionales colores: azul, blanco y verde. Le siguió la entrada en escena de la Unión Kazukuta do Sambizanga, primero en mostrarse al jurado y a centenares de personas que estaban presentes en la Marginal. El grupo fundado en 1983 bailó kazukuta, al ritmo de la canción “Los asuntos pasados nunca terminan”.
El grupo Kazukuta do Sambizanga expuso en el Carnaval de este año un argumento típico del carnaval de Luanda: la intriga. La Unión Domant, fue el segundo grupo en desfilar, al ritmo del semba y con un argumento que ha estado en boca de la escena política del país: La Mujer Rural. “Firmes, humildes y con amor” fue el slogan del grupo, que mostró la integración entre la comisión del frente y las filas de las bailarinas y de los hombres.
La Unión 54, uno de los históricos del Carnaval de Luanda, llevó a la Nueva Marginal un argumento totalmente político, reubicando el nuevo edificio de la Asamblea Nacional. El 54 dejó patente su conocimiento de la realidad del país y resaltó la figura de aquellos que luchan por el desarrollo del mismo.
“El 54 siempre ha acompañado la reconstrucción, siempre acompañó a aquellos hacen nada”, fue el estribillo con el que hacían eco por la Nueva Marginal.
El día también estuvo dedicado a homenajes, así fue la exhibición de la Unión Jóvenes de la Cacimba. El grupo desfiló por la Marginal para rendir tributo a los héroes nacionales.
Al ritmo de semba, comenzó el desfile con suspense, sin ritmo instrumental, antes de tomar la avenida con “elásticas” bailarinas. Bien coordinados y sincronizados en los movimientos, rindió tributo a Agostinho Neto, primer Presidente de Angola, y antiguos reyes, como Mandume, Njinga Mbandi, Ekuikui, Hoji-ya-Henda, en una coreografía desenfadada, con varios matices.
En un ambiente festivo y con los colores tradicionales del club, el grupo se hizo con el desfile en el que lo más notorio fue la carroza alegórica con jóvenes jugando al fútbol.
De candidato en candidato, siguió la Unión Mundo de la Isla, el “anfitrión” de la Isla de Cabo, primer grupo en exhibirse bajo los efectos de luces artificiales.
El Mundo de la Isla, referente vencedor del Carnaval de Luanda, apostó en sus costumbres para volver a arrebatar de nuevo el premio, que posee la Sagrada Esperança. Reflejó la vida en el mar, con una temática que hablaba de la pesca y de los misterios del mar, mostrando por las filas laterales de bailarinas y bailarines muy entusiasmados.
En este ambiente festivo también desfilaron la Unión Kabocobeu y Dimba Dia Ngola, que tuvieron como temática la Reconstrucción Nacional y de la Nueva Angola. Kabocobeu, segundo grupo del día en bailar kazukuta, destacó la construcción de las nuevas centralidades y el Dimba Dia Ngola llamó la atención para que los inversores contribuyan a la construcción de la nueva Angola.
Siguieron Unión Povo da Samba, Unión 10 de Dezembro y Etu Mudietu, antes del momento cumbre, con la Unión Njinga Mbandi. El representante del municipio de Viana cambió radicalmente la historia del desfile, al presentar el estilo cabecinha, una perfecta y colorida sincronía entre la corte, bailarines y bailarinas. Hablaron de la mujer angoleña, en una viva coreografía y con colores vivas, al ritmo de Balo Januário.
El Sagrada Esperança, actualmente poseedor del título, exhibió una carroza alegórica sofisticada y una viva coreografía, bien integrada y con harmonía entre las filas.
Fue en este ambiente de fiesta que se presentó el último competidor de esta edición: Unión Twafundumuka, que tuvo una participación modesta.