La paz, el mayor logro de Angola
4 DE ABRIL DE 2002
Cuando los Generales Armando da Cruz Neto (de las Fuerzas Armadas de Angola) y Abreu Muengo Ucuachitemo “Kamorteiro” (de las FALA/UNITA) firmaron los Acuerdos de Paz del 4 de Abril de 2002, el país entero paró de emoción.
Ciudadanos Angoleños en todo el mundo lloraron de alegría. Significaba el fin de 42 años de una guerra fratricida que había dejado medio millón de muertos, cuatro millones de desplazados, viudas, huérfanos y mutilados. Angola terminó el conflicto económicamente exhausta, con las infraestructuras destruidas y una población emocionalmente traumatizada.
RECONCILIACIÓN NACIONAL
La firma de los acuerdos significó también la amnistía a los crímenes de guerra, se enterró el hacha y el objetivo común fue (y continúa siendo) la reconstrucción y el desarrollo, de Cabinda a Cunene. Angola es un solo pueblo y una sola nación. Hubo un antes y un después. El fin de la guerra significó el reencuentro de familias, la libertad de viajar por todo el país y lo más importante: que las nuevas generaciones tenían otras oportunidades de futuro.
En estos 16 años de paz el país ha enfrentado muchos retos, entre los que destaca la limpieza de minas anti persona (todavía existentes en algunas partes del territorio), la rehabilitación y construcción de infraestructuras, o la lucha contra la corrupción, entre otros.
Además de salir de un conflicto armado que duró demasiados años, Angola se ha enfrentado a todos los demás desafíos del nuevo siglo, donde la población adapta las tradiciones a la modernidad.
UN PAÍS DE FUTURO
El 4 de Abril significa igualmente el recuerdo de todos los que han combatido, los que se han sacrificado. Hoy Angola es una nación libre, pacífica y estable. Por ese motivo en el año 2012, marcando el 10º aniversario, se inauguró un monumento a la paz en la ciudad de Luena, en la provincia de Moxico,.
Cabe recordar que Luena fue el lugar donde se realizó la operación que terminó con la muerte Jonas Sabimbi, el entonces líder de UNITA, el 22 de Febrero de 2002. Este deceso permitió poner el punto final en una guerra civil de 27 años, en un país que llevaba en conflicto desde el 1961 contra la ocupación colonial portuguesa.
Actualmente, Angola es una tierra de futuro con un inmenso potencial de recursos naturales, oportunidades de negocio y, sobre todo, con una población tan afable que ha perdonado a ambos lados opuestos del conflicto.
Angola es igualmente un país desconocido, con una belleza especial, con paisajes de ensueño, con una gastronomía exquisita, con tradiciones culturales únicas, con tierras fértiles y costas fantásticas. Angola es vida.