06 DE JULIO DE 2017

CAMBIO CLIMÁTICO: La sequía prolongada afecta ya a más de un millón de personas

Infografía que detalla el comportamiento del fenómeno meteorológico "El Niño"

La sequía ha afectado a más de un millón de angoleños en los últimos cinco años, agravándose entre 2015 y 2016, periodo en el que ha causado daños directos valorados en 260 millones de euros, y pérdidas de 400 millones de euros.

Estos datos han sido divulgados por el Secretario de Estado del Ministerio del Interior, Eugenio Laborinho, en la apertura del seminario sobre la “Recuperación de la sequía en el sur del país”. Las provincias de Huíla, Cunene y Namibe fueron las más afectadas.

Estas provincias se han visto afectadas por los estragos de la sequía durante un largo período de tiempo, por lo que ha sido necesario realizar una profunda operación de apoyo a las poblaciones.

El mayor impacto de la falta de agua se ha concentrado en las comunidades más vulnerables y, una vez finalizado el proceso de respuesta y atención primaria, el mayor desafío que enfrentan estas comunidades es el de la recuperación. Aunque se reparen los daños, es necesario un cambio en las condiciones de vida de la población y en sus infraestructuras, para evitar que el ciclo vicioso de exposición, impacto y asistencia se repita cada año.

PALIAR LAS CONSECUENCIAS

La provincia de Cunene es un ejemplo de cómo el cambio de hábitos puede ayudar a paliar las consecuencias del cambio climático. Los resultados de la formación que se ha impartido a las poblaciones más vulnerables de Cunene, centrada en "cómo resolver el problema en el tiempo seco y en el tiempo de las inundaciones", se han podido notar este año.

En comparación con los años anteriores, el cuadro en el Cunene ha mejorado mucho, y la población logró realizar con éxito alguna agricultura de sustento para mantener sus reservas alimenticias.

En mayo de 2016, Angola solicitó asistencia técnica al PNUD para realizar una evaluación de las necesidades post-desastre en Cunene, Huíla y Namibe, todas en el sur del país. Angola se enfrentó entre 2015 y 2016 al fenómeno meteorológico “El Niño”, un período de sequía y cuatro años consecutivos de sequía severa.