El Carnaval de Angola

El carnaval es una fiesta universal, integrada y respetada en Angola, que tiene como bases el baile y la valoración de determinados segmentos culturales, que se recuperan año tras año para transmitir esos conocimientos a las nuevas generaciones.

A pesar de que el carnaval sea una manifestación de origen europeo, en Angola la contribución de las poblaciones nativas, que han introducido costumbres, ritmos y nuevos sonidos, han transformando la fiesta en algo muy suyo. En la actualidad, se considera como un factor de unión, de identidad y de afirmación de la cultura nacional.

Un integrante de la categoría infantil durante el desfile

ORIGEN DEL CARNAVAL EN ANGOLA

El carnaval llegó a Angola en el siglo XIX, bajo el nombre de “Entrudo”, a través de los portugueses. Por aquel entonces, era un festejo agresivo y hasta violento, pero en Angola la fiesta adquirió otras características con la introducción de una variedad de cantares y bailes nacionales, tal como ocurrió en otros países. Este factor permitió, además, el aumento de la participación popular.

Los primeros pueblos angoleños que celebraron el Carnaval fueron los N’Zombo y los N’Zau (en la actual provincia de Cabinda). Pero con la expansión mercantil, la celebración se extendió también al sur del país.

Los naturales de la isla de Luanda hicieron del “Entrudo” una diversión aliada al baile de la bassula, esquindiva o finta, y con adornos de cintas y ramos, parodiaban a los nuevos emigrantes de tez blanca. Aquellas manifestaciones en el siglo XIX, ya tenían grandes momentos de recreación, creatividad y coreografía.

A partir de la primera mitad del siglo XX, la fiesta pasó por varias fases sociales, entre celebraciones restringidas a los salones de baile, fiestas callejeras, el desfile de carrozas llamado corso, hasta convertirse una manifestación nacional.

Desde principios de la década de 60 hasta inicio de la década de los 70, el carnaval celebrado en la ciudad de Lobito llegó a ser considerado, por la crítica nacional e internacional, como la segunda mejor fiesta del genero en el mundo, después de la de Rio de Janeiro.

Aún así, a lo largo de su historia, el Carnaval en Angola ha registrado varias interrupciones en su celebración. La primera en los años 40, coincidiendo con la II Guerra Mundial; la segunda entre 1961 y 1963, coincidiendo con el inicio de la lucha anti colonial; y una tercera entre 1975 a 1977, durante los primeros años la independencia del país.

LA NUEVA ERA

En 1978 y por orden del primer presidente de Angola, el Dr. António Agostinho Neto, se retomaron las celebraciones con la finalidad de, no sólo recuperar la alegría del pueblo, sino también unir a las masas.

Desde ese año, el carnaval de Angola ha conservado la euforia del pueblo, la energía de los mayores y la vitalidad de los jóvenes. Y en esta edición de 2018, saldrá nuevamente a la calle con todo su esplendor, a pesar de la crisis financiera que el país enfrenta.

Debido a su componente social y cultural, el carnaval es una fiesta necesaria, donde la creatividad y el trabajo de los grupos carnavalescos se exhibirán en los desfiles, principalmente en el desfile central de la capital Luanda, que recorre la Nueva Marginal de la ciudad.