09 DE MARZO DE 2017
MEDIO AMBIENTE: La protección de especies en peligro de extinción sigue preocupando al Gobierno
Angola ha participado en la celebración del Día Africano del Medio Ambiente, 3 de marzo, anunciando la ejecución de nuevos programas para mejorar la calidad medioambiental.
El Ministerio de Medio Ambiente ha emitido un comunicado donde reitera la necesidad de seguir trabajando en la conservación y la preservación de la fauna y la flora del país, y la mejora de la calidad del suelo, el aire y el agua para mitigar los efectos del cambio climático (que están siendo devastadores en algunas provincias del sur de Angola).
Entre las acciones que ya son una realidad, destacan el Plan de Limpieza Urbana, la intensificación de la lucha contra la caza furtiva y el comercio de especies de la fauna y flora de Angola, la firma del Tratado de París y los diversos protocolos firmados con Portugal, Congo y Marruecos.
La reciente apertura de un centro agroecológico en la provincia de Namibe, junto con los que ya existen en Huila, Huambo y Cabinda, dará empleo a familias de bajos ingresos, y permitirá la producción de productos agrícolas de alta calidad de manera sostenible.
LA VULNERABILIDAD DE ÁFRICA
El Día Africano del Medio Ambiente fue creado en marzo de 2002, por iniciativa de la Unión Africana, y con el objetivo de sensibilizar a la gente del continente de la importancia de la conservación del entorno natural.
Esta fecha motiva y estimula el fortalecimiento de los diversos movimientos que ya existen dedicados a la protección del Medio Ambiente. "África sigue siendo un continente muy afectado por situaciones tales como el hambre, las enfermedades endémicas, la pobreza, la desertificación, la contaminación, la pérdida de la biodiversidad, la degradación de los hábitats y ecosistemas, la explotación no sostenible de los recursos, o el aumento de temperaturas, entre otros fenómenos”, rezaba el comunicado del Gobierno angoleño.
El 3 de marzo, además de ser designado Día Africano del Medio Ambiente, se rinde homenaje al activista Wangari Maathai, en reconocimiento a su labor medioambiental. Maathai, de nacionalidad keniana, ganó el Premio Nobel de la Paz en 2004 y contribuyó a la defensa del medio ambiente y a la lucha por los derechos de la mujer con el Movimiento Pan Africano Anillo Verde, que ha plantado más de 30 millones de árboles desde entonces.