Los Mundombe
En las tierras del sur está situada la Baia Farta (Próspera), un lugar tan rico en pescado como en ganado, rico en paisajes y rico en seculares tradiciones. Considerada por muchos la Catedral del Hechizo, por su comuna del Dombe Grande, es también el aplacible hogar de los Mundombe.
A pesar de tener un vasto mar, los Mundombe viven del pastoreo, de la producción de leche y de la crianza de ganado. Caminan largos trayectos practicando la trashumancia. Son un pueblo resistente y, con su ganado, transitan por la región semidesértica de las provincias de Benguela y de Namibe.
TRADICIONES
Entre sus muchos rituales, costumbres y tradiciones, destacan el “efico” y la fiesta “analuongue”.
El ritual del efico marca la transición de las niñas hacia la pubertad. Con la primera menstruación, las niñas son aisladas en cabañas, las llamadas “otchitenda”, donde durante 6 meses mujeres mayores les enseñan todo lo que una mujer debe saber. En ese tiempo, las niñas adquieren conocimiento sobre su importancia dentro de la comunidad.
Finalizado el periodo, la comunidad organiza una fiesta en la que participan todos los jóvenes. Se organizan varias ceremonias en las que los chicos demuestran su coraje y valor a las chicas. Durante la celebración, los padres de las niñas sacrifican varias cabezas de ganado que constituyen la base del banquete.
EL ANALUONGUE
Puede ser considerada la fiesta del poder y del compartir. Es un evento donde los pastores más ricos sacrifican varias cabezas de ganado cuya carne es repartida entre toda la comunidad. Cuantas más cabezas de ganado regalan, mayor es su riqueza y su poder. Los pastores agradecen su posición compartiendo con los más necesitados.
Para los Mundombe, como en casi todos los pueblos de Angola, los ancianos tienen un papel clave en la comunidad. A ellos corresponde la tarea de transmitir todas las tradiciones, los cuentos, y las costumbres a los jóvenes.
Cuando visite Baia Farta, aproveche todos los beneficios de la región: realice un safari por Chimalavera, bucee en alguna de sus muchas playas, deguste el pescado y el marisco y descubra los rituales místicos pero, sobre todo, conozca un pueblo que tiene tanto que enseñar.