11 DE OCTUBRE DE 2017

REFUGIADOS: Angola pide más apoyos para asistir a los congoleños que huyen de la violencia

Reparto de ayuda humanitaria en uno de los campos de refugiados

El embajador permanente ante la ONU ha apelado a la comunidad internacional a reforzar las contribuciones para dar asistencia a los ciudadanos congoleños que se están refugiando en Angola.

En la sesión del Comité Ejecutivo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, se subrayó que, de los 65 millones de dólares solicitados, sólo se ha entregado el 33% (unos 21 millones de dólares).

El embajador Apolinário Jorge Correia, representante permanente de Angola ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, ha subrayado que "a pesar de las dificultades económicas y financieras que Angola enfrenta, el país no ha dejado de prestar la asistencia de emergencia y humanitaria a los refugiados de la República Democrática del Congo, habiendo incluso asignado parcelas de tierras arables para que los refugiados produzcan alimentos para su autosuficiencia".

El dinero que Angola solicita a la comunidad internacional está destinado a crear condiciones que permitan que los refugiados se instalen en el centro de acogida del municipio de Lóvua, en la provincia de Lunda Norte. En agosto se empezó a trasladar hasta este municipio a los 32.677 refugiados que estaban acogidos en los centros provisionales de Cacanda y Mussungue.

UNA CRISIS HUMANITARIA

Desde marzo de este año, miles de congoleños de la región de Cassai han huido de la violencia y de las tensiones étnicas. Una parte importante de estas personas se han refugiado en el norte y nordeste de Angola.

Mientras la situación de seguridad siendo volátil en RDC, las autoridades angoleñas, el ACNUR y otros socios no gubernamentales están preparados para proporcionar protección y asistencia a más de 50.000 refugiados, hasta finales de 2017. Después, serán necesarias más ayudas para continuar con la asistencia.

Angola ha destinado (hasta agosto) cerca de 8,4 millones de euros para ayudar en esta crisis humanitaria. Con este dinero ha sido posible garantizar la protección y el transporte de los refugiados desde los puntos de entrada hasta los centros de acogida, y capacitar a técnicos locales sobre los métodos de localización y reunificación familiar.

Además, se han hecho llegar 113,5 toneladas de alimentos, 10 toneladas de medicamentos, suplementos nutricionales, material de laboratorio, pruebas rápidas de malaria, mosquiteros impregnados con insecticidas y vacunas, y también se han instalado clínicas ambulatorias para la prestación de cuidados salud.