Los Jefes Tradicionales
Angola es un país moderno y en constante desarrollo, pero a par de los desafíos de la globalización, el pueblo sigue fiel a sus costumbres y orgulloso de su cultura.
Por eso existen figuras sociales que siguen imponiendo respeto, hablamos de las autoridades tradicionales, los llamados sobas. Podemos ver a estos hombres “de respeto” participando en las ceremonias más importantes del Estado, pero ¿qué sabemos sobre ellos?
Los sobas, que tienen una designación propia en cada una de las lenguas nacionales, no son meros jefes tribales. Su importancia en la comunidad es bastante más compleja. El soba es “la persona sabia” de la comunidad, el guardián de las tradiciones y leyendas locales; es quien puede dar consejos, y tiene la capacidad de solucionar problemas y mediar en conflictos. También se les considera protectores contra las fuerzas ocultas.
ESTATUS INSTITUCIONAL
En las zonas rurales es donde el poder de las autoridades tradicionales se nota con más fuerza. En estas áreas, los sobas son los responsables de la seguridad y de que se obedezcan las reglas de conducta.
En este contexto, los jefes tradicionales actúan como puente entre el pueblo local y el Gobierno. Su influencia es tan importante, que su estatus institucional es reconocido por el Estado, y el Gobierno destina un presupuesto para su manutención.
Estas autoridades tienen una clasificación jerárquica, definida por la extensión del área que dominan. En base a esta clasificación, existen: el soba grande (regedor), que es el más importante de todos; el soba y el sekulo (este último es solamente el jefe de un poblado).
QUIÉN PUEDE SER SOBA
Llegados a este punto, seguro que te estás preguntando cómo se consigue llegar a esta función. En algunas regiones de Angola, el soba, tradicionalmente, obtiene su posición por linaje, es decir, por sucesión (generalmente matrilineal). En otras, es el consejo de sobas quien se reúne y escoge al nuevo miembro.
Hay que saber que el poder que ostentan estas autoridades tradicionales no es absoluto. A pesar de la superioridad material y espiritual, el soba esta auxiliado por consejeros en varias materias (guerra, social etc), que son los jefes de los linajes o “makotas” en el idioma umbundu. Sea cual sea el criterio, pertenecer al linaje de un soba es motivo de orgullo en todas las comunidades rurales de Angola.
TRADICIONES
Cada provincia tiene sus tradiciones culturales con respecto a los jefes tradicionales. Por ejemplo, en la provincia de Huambo, cuando un soba “osoma” es investido deja de pernoctar en la misma casa que su mujer, y otra mujer más joven se encarga de atenderle y cocinarle.
Los sobas grandes del norte del país pueden tener varias mujeres, siendo la primera la más venerada y la encargada de enseñar los deberes domésticos a las demás.
Otra tradición especial es la que se llevaba a cabo en el centro y sur de Angola, con los rituales fúnebres de los jefes tradicionales. En esta región, los sobas que fallecían eran sepultados durante la noche, y sólo los ancianos podían asistir al funeral.
Aunque lo más particular de esta ceremonia era que el “osoma” sólo se consideraba muerto después que la cabeza se separarse de su cuerpo. Por eso el cadáver era colocado sentado, en vez de tumbado, dentro de una pirámide de piedras. Y una vez que la cabeza se desprendía, era trasladada a un espacio sagrado, donde reposan los cráneos de los sobas grandes y reyes de la región.
Estas pequeñas pirámides mortuorias aún pueden verse en zonas rurales de las provincias de Kuanza Sur o Huambo.