El nuevo aeropuerto de Luanda será Inaugurado dentro de dos años
El nuevo aeropuerto internacional de Luanda, en construcción desde 2004, en los alrededores de la capital angoleña, empezará a operar en 2019. Esto supone un retraso de dos años, frente a la previsión inicial.
El ministro de Transportes, Augusto Tomás, ha sido quien ha informado de esta nueva fecha, tras la visita que ha realizado el Presidente Lourenço a las obras que, incluyendo los nuevos accesos, superan los 5.500 millones de euros de costes.
PROBLEMAS FINANCIEROS Y TÉCNICOS
El aeropuerto se encuentra aún en construcción, en el municipio de Icolo y Bengo, a 30 kilómetros de la capital, y estaba previsto que comenzara a operar durante el primer semestre de 2017.
Sin embargo, según los datos avanzados por el ministro Tomás, la obra está concluida en apenas un 57% de su totalidad. El titular de la cartera de Transportes ha explicado que problemas de orden financiero, técnico y operacional son los que están condicionando el curso de la empresa, y han obligado incluso a la sustitución del contratista, con garantía de financiación para la ejecución de los trabajos.
EL AEROPUERTO EN CIFRAS
La edificación, propiamente dicha, está a cargo de la empresa China International Fund Limited (CIF), contratada por el Gobierno angoleño por 3.270 millones de euros. En el equipamiento de la infraestructura, se gastarán además otros 1.200 millones de euros, contratando a tal efecto a otra empresa china, National Aero-Technology International Engineering Corporation.
La construcción y suministro de equipos para las cinco nuevas estaciones del Ferrocarril de Luanda (CFL), que conectarán el aeropuerto con distintos puntos, representa una inversión pública de 220 millones de euros.
Se suman la construcción del respectivo ramal ferroviario desde la actual Estación de Baia del CFL (en un total de 15 kilómetros), por 140 millones de euros. El programa de obras e intervenciones en los accesos viarios al nuevo aeropuerto se estima en 596 millones de euros, involucrando a empresas chinas.
Dos de las pistas ya se han terminado, en 2015, así como la torre de control, tras la construcción de las terminales, que estima recibir 15 millones de pasajeros al año (siendo diez millones del tráfico internacional y cinco millones del nacional) y trasladar 600.000 toneladas de carga por año.
El proyecto está financiado por fondos chinos, englobados en la línea de crédito abierta por Pekín para permitir la reconstrucción de Angola, después de terminado un período de la guerra que asoló al país.