Rosa de porcelana

Centro Botánico de Quilombo

Rio Muengueji

Los lugares menos conocidos son los que despiertan más interés en el ser humano. Y uno de los motivos por los que Angola es un país tan excepcional, es precisamente por atesorar multitud de paraísos naturales apenas transitados. Hoy vamos a presentarte uno de ellos: el centro Botánico del Quilombo, una estación experimental agrícola con un microclima único.

Situado a 5 kilómetros de la ciudad de N’Dalatando (capital de la provincia del Kwanza Norte) encontramos este centro botánico, una perla natural escondida entre cerros y montes, que ocupa una extensión de 1.000 hectáreas.

Es una estación experimental, creada por el Instituto de Investigación Agrónoma de Angola en 1907, para el estudio de plantas agrícolas, forestales, medicinales y ornamentales.

Al aproximarse a la zona, se entiende el por qué de la localización de este centro botánico: el Quilombo es una región con una asombrosa biodiversidad, su clima es propicio a la producción del café y es perfecto para que crezcan árboles gigantes y frondosos, que sirven de hogar a muchas especies de aves, monos, venados o antílopes.

El Puente Chino

LAS ROSAS DE PORCELANA

Visitar el Quilombo es como visitar el Edén, un sitio insólito, con árboles milenarios de raíces aéreas de grandes dimensiones; y bambús, que sirven de centinela al verdadero tesoro de este lugar: las rosas de porcelana, perfectas flores cuyos colores van del rosa palo al rojo pasión, y de una belleza extraordinaria.

El Rio Muengueji es la fuente de la vida que alimenta la fauna y la flora de este lugar. Sobre este torrente de agua, los puentes Holandés y Chino construidos sobre él terminan de dar forma a esta postal de ensueño.

Recorrer este paraje es también despertar los sentidos: se respiran aromas frutales de los cerezos, mangos, de las fresas, los sape-sape, las gajajas, guayabas, moras, jacas y carambolas que crecen allí. Los ojos se deleitan con las flores ornamentales, como las elegantes palmeras reales, los pinos navideños y las costillas de Adán.

Como colofón a este entorno idílico, entre la exuberante vegetación el visitante encuentra de repente El Palacete, un lugar tan especial, que el primer Presidente de Angola, el Dr. Agostinho Neto, se refugiaba ahí en sus periodos vacacionales.

EL QUILOMBO EN EL RECUERDO

Después de conocer este pequeño paraíso, se entiende por qué los esclavos de las plantaciones latinoamericanas llamaban “quilombos” a los asentamientos donde encontraban refugio cuando lograban huir.

“Quilombo” o “Kilombo” es una palabra originaria de Angola, de la lengua Kimbundo, y se exportó al continente americano porque este era el destino de muchos de los esclavos enviados desde África.

El centro botánico do Quilombo es una joya de la naturaleza, pero también de investigación, donde la tierra es fértil y la vida es abundante

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