La era del petróleo
En Angola el dinero nace bajo la tierra. El país es el segundo mayor productor de crudo de África y el decimosexto del mundo. El “oro negro” es el principal sector de la economía nacional.
El petróleo juega un papel muy importante en la economía Angoleña, ya que representa más del 95% de los ingresos por exportaciones, y más de 75% de de los ingresos estatales.
El interés por el petróleo angoleño empezó en cuanto entró el primer coche en territorio nacional, en 1912. Aunque años antes, en 1910, empezó la actividad de prospección y búsqueda de hidrocarburos. La empresa Companhia Canha & Formigal consiguió una concesión para perforación de petróleo en Soyo (provincia de Zaire, al norte de Angola) y en Sumbe (provincia de Kwanza Sul). El primer pozo fue perforado en 1915.
Durante la segunda guerra mundial, las investigaciones mermaron y no se registró nada de importante. Pero en 1955, surgió el primer hallazgo comercial relevante de petróleo en el valle del Kwanza. Por eso se considera que Angola entró en la era del petróleo hace 63 años.
Primer Instituto de los Petróleos de Angola
UN DESCUBRIMIENTO SORPRENDENTE
En los primeros años de explotación era común escuchar que el subsuelo era tan rico que el petróleo brotaba del suelo como agua. Pero la verdad era bastante más simple: la vegetación rastrera húmeda de Angola, al entrar en putrefacción después de las lluvias persistentes, forma una pasta densa y negra con vetas de grasa, lo que da la ilusión del petróleo.
Leyendas a parte, el descubrimiento de de petróleo en Angola fue toda una sorpresa para la época. Por aquel entonces la ciencia y la técnica no daban como cierta la existencia de petróleo en la parte subsahariana del continente. En África el petróleo era exclusivo de los países magrebíes, especialmente de Argelia y Libia.
En el IV Congreso Mundial del Petróleo, en 1955, la comunicación del ingeniero belga Georges Brognon sobre el hallazgo en Angola, dejo a todos los participantes como mínimo perplejos. Así empezó una era de nuevas prospecciones y nuevos hallazgos, que han proyectado a Angola hacia una posición destacada en el seno de los países productores.
LA MAYOR PLATAFORMA OFFSHORE DEL MUNDO
En 1973 el petróleo se convirtió ya en la principal materia prima de exportación del país. Ni la lucha por la independencia, ni la guerra colonial que le siguió, impidieron a las compañías petroleras continuar con sus labores de explotación.
Prueba de eso es que en los años 70, en los últimos años del periodo colonial portugués, fueron lanzadas las bases para la explotación petrolífera. Las mismas fueron modificadas y adaptadas después de la independencia, en 1975, con la creación de la compañía estatal Sonangol.
En 1983 se creó el primer instituto nacional de petróleos, con cerca de 25 cursos de formación en el área, debido a la importancia del sector en Angola. Y en 1991 empezó la explotación en aguas profundas (offshore). La primera plataforma del modelo
FPSO (flotante de producción de almacenamiento y flujo) en el offshore angoleño fue usada en el proyecto Cuito (del Bloque 14) y entró en producción en diciembre de 1999. Desde agosto de 2003, la mayor plataforma del modelo FPSO del mundo es la usada en el proyecto Kizomba.
LA CRISIS
Entre 2004 y 2014 Angola vivió una “década de oro” en el sector petrolífero, consolidando su lugar entre los grandes productores del Atlántico Sur, a la par que Venezuela, Brasil y Nigeria.
Pero llegó el año 2015, que puede ser considerado como el “annus horribilis”, cuando aconteció la crisis mundial de los precios del petróleo, donde Angola perdió cerca de la mitad de sus recaudaciones fiscales.
El peso del petróleo en la economía angoleña es tan fuerte que la caída de los precios del barril, obligó el estado a redimensionar sus presupuestos y a apostar en la diversificación de otros sectores.
RETOS
Son muchos los retos que Angola debe afrontar para dejar de depender del “oro negro”, pero no nos podemos olvidar que el país tiene varios ases en la manga. Hay mucha riqueza por explotar, sin olvidar el potencial agrícola y la apertura del país al turismo.
Angola es rica en muchos “oros”: el oro, como metal precioso; el oro negro, su petróleo; el oro verde, sus productos agrícolas; el oro azul, su costa y sus playas, y el oro humano, con una población mayoritariamente joven, simpática y hospitalaria. El futuro de Angola, más allá del petróleo, es muy prometedor.
