21 DE MARZO DE 2017

Angola estudia la posibilidad de refinar petróleo en el extranjero para consumo propio

El gobierno de Angola se plantea refinar petroleo en el extranjero, destinado para el consumo nacional. Jose María Botelho de Vasconcelos (Ministro de Petroleo), ha encargado la evaluación de la viabilidad técnica y económica de esta propuesta a una consultora.

Angola es el mayor productor de petroleo de África, con más de 1,6 millones de barriles de crudo diario. Sin embargo, la capacidad de refinamiento es insuficiente para la totalidad de la producción, lo que obliga a importar buena parte de productos refinados. El alto coste de la construcción y mantenimiento de una nueva refineria en Angola, hace que algunos especialistas exploren la posibilidad de encargar en el extranjero una solución al refinado. En la actualidad, el país importa mensualmente 160 millones de euros en combustibles ya refinados.

Construida en 1955, la refineria de Luanda tiene una capacidad de tratamiento de 65.000 barriles de petroleo al día, operando al 70 por ciento de su capacidad. Los costes para la gasolina y el gasóleo son más altos que si se importa.

El Gobierno de igual modo analiza la viabilidad de la construcción de una refinería en Soyo, en el norte del país. De este proyecto, impulsado por la anterior dirección de Sonangol, fue anunciada la puesta de su primera piedra en 2015. Se preveía la entrada en funcionamiento a partir de 2017 y una capacidad de procesado de 110.000 barriles diarios.

Para garantizar el aumento de la capacidad de refinado en el país, Angola proyectó la construcción de otra refinería en Lobito, en la provincia de Benguela, con posibilidad de procesar 200.000 barriles. La finalización de esta obra estaba prevista para el 2018, pero debido al proceso de reestructuración financiera de Sonangol se detuvo el proyecto.

En este contexto, el Presidente ha creado una comisión, en la que participarán los ministros de petroleo y finanzas para dilucidar entre las distintas posibilidades, teniendo en cuenta las necesidades del país y el coste de todos los procesos: construcción y mantenimiento de las plantas existentes o por construir y el refinado de importación.