21 DE JUNIO DE 2016
Las reformas económicas de Angola impresionan al FMI
El reconocimiento de la última misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estuvo en Luanda del 1 al 14 de junio, del esfuerzo fiscal del Gobierno angoleño para hacer sostenible la deuda pública y mejorar las cuentas del Estado confirmó la idea según la cual, la escasez genera oportunidades.
Desde la crisis de 2008, que nació en los Estados Unidos y se arrastró hacia Europa con efectos nefastos para los países exportadores de materias primas, incluyendo Angola, el Gobierno ha mostrado que existen fórmulas para definir la gestión de las cuentas públicas.
Además de la política para acelerar la diversificación de la economía, el esfuerzo del Gobierno incidió, a partir de 2010, sobre la ampliación de la base tributaria a través del Proyecto del Ejecutivo para la Reforma Tributaria (PERT) que, cuatro años después, daría lugar a la Administración General Tributaria (AGT), sucesora de la Dirección Nacional de Impuestos (DNI) y del Servicio Nacional de Aduanas.
Al mismo tiempo que aumentaron los niveles de eficiencia de recaudación de ingresos y se redujeron los fraudes al Estado, la AGT introdujo la cultura fiscal en los potenciales contribuyentes, entre ellos estudiantes, microempresarios y grandes contribuyentes.
Al mismo tiempo, el Gobierno fue retirando de forma gradual las subvenciones sobre el precio de los combustibles y de otros derivados, así como del agua y la electricidad, lo que permite hoy al Estado ahorrar 1.000 millones de dólares.
El representante del FMI destacó las medidas que el Banco Nacional de Angola está tomando frente a la escasez de valores de cambio y de fragilidades internas que amenazan colocar al país al margen del sistema financiero mundial.
El nuevo gobernador del BNA está empeñado en invertir la situación, aplicando el “Proyecto de Adecuación del Sistema Financiero Angoleño a las Normas Prudenciales y a las Buenas Prácticas Internacionales”.
Los que impresionó al FMI fue la determinación del “equipo” que propone establecer mecanismos de control y supervisión del sistema financiero nacional en sintonía con las normas y procedimientos del sistema internacional.
El “equipo” defiende un banco central con autoridad de supervisión y con capacidad para imponer reglas de buenas prácticas a los bancos comerciales y otras entidades financieras, de manera a evitar desvíos puntuales de divisas.
Otras de las medidas del BNA es la prosperidad de las empresas y la felicidad de las familias con la transformación de la banca comercial en el verdadero vehículo de promoción de la actividad productiva del país, valorando mas el negocio de crédito con las familias y las empresas, en detrimento de la opción por la actividad de cambio como principal fuente de ingresos de la banca.
Al contrario de algunas contestaciones internas, la reestructuración de Sonangol da esperanzas a la misión del FMI, al juzgar por la forma como se pretende enfocar el sector petrolero. El economista Ricardo Veloso cree que, dado el entusiasmo, la profesionalidad y el programa de la nueva administración de la empresa que asegura el “oxígeno” a la economía nacional, se van a corregir varios errores para que la economía vuelva a resurgir en los próximos años.
Si las perspectivas para 2016 siguen siendo un reto, a pesar del aumento que se registra en el precio del petróleo en las últimas semanas, en 2017, “en el caso en que los términos de intercambio de Angola continúen mejorando y la escasez de las divisas se resuelva”, estaremos hablando de una recuperación moderada.
Está claro que, para ello, el Gobierno está apostando cada vez pero en el sector privado para impulsar el crecimiento económico, lo que pasa por la promoción de un sector financiero fuerte y un ambiente de negocios favorable como factores de estímulo al ahorro e inversión.
El FMI alerta para que la deuda pública, aún sostenible, se mantenga en los niveles actuales, de forma a no comprometer el equilibrio de las cuentas del Estado en el próximo año. Por otro lado, el Fondo sugiere la reestructuración del sector público prestando atención la nueva realidad del precio del petróleo. “No se está hablando del despido en masa, pero de un proceso natural que haga al sector público más eficiente”, destacó Ricardo Veloso.
Esta recomendación del FMI, que es un llamamiento a la eficiencia en la administración pública, surge en un momento en el que el Gobierno lleva a cabo un programa de reforma en la función pública.
Dicho de otro modo, al contrario de las misiones anteriores, de esta vez, el Fondo Monetario Internacional encontró más asertividad en la postura del Gobierno que en la demanda de la robustez de la economía. Este hecho vale como nota positiva que se resumirá en la assitencia técnica y financiera al país.