La Catedral de Huambo

Huambo, un ave Fénix renacida

Joven fotografiando el entorno de la ciudad de Huambo

El color verde invade esta ciudad, con sus calles arboladas y parques bien cuidados. Su tranquilidad, su gente encantadora y los muchos sitios que visitar dan forma a Huambo como una ciudad cada día más acogedora.

En 16 años, esta ciudad ha renacido de sus cenizas cual ave Fénix, y ha ganado un magnifico y merecido esplendor. La ciudad de Huambo es la capital de la provincia homónima, situada en la meseta central de Angola. Y es la segunda ciudad más grande del país.

Recibió su nombre de Wambu, uno de los antiguos reinos ovimbundos, sometidos al rey de Bailundo, pero gozando de mucha autonomía. Desde siempre la región se caracterizó como un punto importante a nivel económico, debido a la fertilidad de sus tierras.

Esa importancia económica creció al ser una de las paradas más importantes y obligadas en la ruta del Ferrocarril de Benguela, generando la creación de bastantes industrias (las famosas industrias del Planalto). En los años 20, la ciudad fue uno de los principales motores para los portugueses en Angola, razón por la cual, en 1928, la rebautizaron como Nova Lisboa (indicando que la administración colonial tenía intereses en establecer allí la nueva capital de la colonia).

Después de la independencia, en 1975, los angoleños decidieron que la ciudad recuperase su nombre original: Huambo.

Un operario acondicionando uno de los parques de la ciudad

AÑOS NEGROS (1975-2002)

Debido a la guerra civil de Angola, Huambo se convirtió en uno de los escenarios más sangrientos del conflicto. Gran parte de sus infraestructuras fueron destruidas o inutilizadas. Las personas llegaban en masa para refugiarse en la ciudad. Fueron años muy duros y muy tristes.

Pero con la firma de los acuerdos de Paz en 2002, Huambo fue considerada una prioridad en el proceso de reconstrucción. La renovación, la reconstrucción de infraestructuras y de residencias tuvo efecto rápidamente, y la ciudad hoy ha recuperado su vida y su esplendor.

Las tareas de reconstrucción ha servido para recuperar también el ánimo del pueblo y la rutina de alegría. Y el trabajo y la simpatía han vuelto a ser las notas características de sus habitantes.

Actualmente, visitar Huambo, sus calles bien organizadas y arboladas, sus jardines, sus habitantes, su magnífica gastronomía, su tranquilidad propia de ciudad del interior… es todo un placer para los sentidos. La imagen de antaño ha sido mejorada. La ciudad está bellísima, y es un orgullo, no sólo para sus habitantes, sino para todo el país. Huambo es el la verdadera Fénix de Angola.

CIUDAD ECOLÓGICA

Uno de los proyectos más importantes e interesantes de la ciudad es el de la repoblación de árboles, y la recuperación y creación de parques y jardines.

El Morro do Moco, una de las montañas más bellas de Angola

Este proyecto tiene como objetivo la clasificación de Huambo como “la primera ciudad ecológica del país”. La conciencia ecológica es también visible en la recuperación del jardín botánico, llamado “Estufa Fría”, que sigue siendo uno de los enclaves favoritos para las parejas jóvenes, donde dar largos paseos rodeados de vegetación.

En los últimos años, se han plantados millares de arboles por toda la ciudad, algunos de los cuales son especialmente ornamentales. Esta tarea ha mejorado la calidad de vida de la ciudad, que luce todavía más magnifica.

Además, se cuentan muchos edificios históricos como la catedral o el Palacio del Gobernador, entre otros. Y una última recomendación para quien visite Huambo: no debe perderse un paseo por el Morro Do Moco, la montaña reina de Angola, donde el país se eleva hasta el cielo y donde el paisaje es todavía más espectacular.

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