23 DE MAYO DE 2018
Angola debe utilizar ingresos fiscales adicionales para reducir la deuda pública
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado al Gobierno de Angola que utilice eventuales ingresos tributarios adicionales para reducir el retraso en los pagos a los proveedores y reducir la deuda pública, que deberá ascender al 73% del PIB este año.
De acuerdo con el análisis anual de la economía angoleña, en virtud del conocido artículo IV, los administradores del Fondo "apoyaron la reducción del déficit presupuestario prevista en el presupuesto para 2018 y subrayaron que eventuales ingresos tributarios extraordinarios deben utilizarse para eliminar los retrasos internos y reducir deuda pública".
El comunicado sobre la aprobación del Consejo de Administración del FMI de las opiniones del cuerpo técnico, señala que, dada la previsión de descenso de los precios del petróleo a medio plazo, “los administradores destacan la necesidad de una nueva consolidación presupuestaria gradual para colocar la deuda en una trayectoria claramente descendente", mientras que la previsión del FMI se mantiene prácticamente inalterada frente a abril, previendo que la deuda represente el 72,9% del PIB este año y el 69,9% en 2019.
La consolidación presupuestaria, defiende el FMI, debe basarse en la movilización de más ingresos internos no petroleros, incluso mediante mejoras en el cumplimiento de las obligaciones tributarias y la introducción prevista del IVA, así como en la mayor racionalización del gasto público y la mejora de la calidad del mercado inversión pública, al mismo tiempo que se amplían los programas sociales bien dirigidos".
PRIORIDADES DEL NUEVO GOBIERNO
Los administradores del Fondo consideran que "el conjunto de políticas en el período previo a las elecciones de agosto de 2017, la expansión presupuestaria y el tipo de cambio fijo, llevó a una erosión adicional de los amortiguadores presupuestarios y externos", pero subrayan que "el Gobierno del Presidente João Lourenço centró su atención en la mejora de la gobernanza y en restaurar la estabilidad macroeconómica".
Las prioridades del nuevo Ejecutivo han sido elogiadas por el FMI, que alaba el programa de reforma del Gobierno “que tiene por objeto abordar los desafíos del desarrollo en el período posterior al conflicto, restaurar la estabilidad macroeconómica y mejorar el ambiente de negocios".
Sin embargo, advierte que "la perspectiva más favorable para los precios del petróleo presenta una oportunidad única para abordar los desequilibrios macroeconómicos, incluida la erosión de los márgenes de maniobra presupuestaria y externa, y para reducir la dependencia del petróleo". Los administradores subrayaron también la necesidad de proseguir con determinación en el programa de estabilización macroeconómica del Gobierno y en las reformas estructurales para diversificar la economía y apoyar el crecimiento inclusivo.