23 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Angola reacciona rápido frente a la crisis del petróleo pero el impacto es negativo e inevitable

El gabinete de estudios económicos y financieros del BPI considera que Angola ha sido rápida reaccionando a la crisis del petróleo, pero visa que “el impacto es negativo e inevitable”, especialmente en los ingresos y en el crecimiento económico.

“La economía angoleña se está enfrentando a las consecuencias de la caída de los precios del petróleo que se arrastra desde hace cerca de un año; el impacto negativo es inevitable, pero se ha verificado un ajuste rápido de las políticas económicas al nuevo contexto”, explica el documento de la institución bancaria enviado a los inversores.

En el análisis económico, los analistas del banco portugués dicen que “incluso si los fundamentos macroeconómicos fuesen más sólidos relativamente a la última crisis, la recuperación lenta de los precios del petróleo se presentan como uno de los principales riesgos para retomar la economía”, lo que lleva al BPI a mantener su previsión de expansión económica del 3,7% a pesar de haber un riesgo de crecimiento menor.

“La dudas relativas a las perspectivas de recuperación de los precios del petróleo en el mercado internacional han llevado a varias instituciones a revisar a la baja las perspectivas para el crecimiento económico; las autoridades oficiales reconocieron que el crecimiento deberá desacelerarse hasta el 4,4% este año, mientras que el Fondo Monetario Internacional estima que le crecimiento rondará el 3,5% en 2015 y 2016”, explican los analistas destacando que “el escenario del BPI se presenta también más conservador que el oficial, señalando para un crecimiento del 3,7% en 2015, pero el riesgo es que sea eventualmente menor”.

En el análisis de las finanzas públicas de Angola, en BPI nota que los bajos precios del petróleo “ya se vieron reflejados en un deterioro de la posición externa de 2014, que se prolongará en 2015”, y añade que, “con base en los datos disponibles hasta julio, la caída de los ingresos de exportación podrá aumentar al 40% en 2015, mientras que la desvalorización de la moneda va encareciendo las importaciones y la reducida diversificación económica continúa a dificultar la sustitución de las importaciones.