23 DE DICIEMBRE DE 2015
Los nuevos operadores bancarios dan signos de acelerar la inclusión financiera
Frente a los 25 bancos con licencia registrados a finales de 2014, en la actualidad hay 29 instituciones autorizadas por el Banco Nacional de Angola (BNA), cuatro de las cuales iniciarán operaciones directas con el público en 2016.
El último en ser autorizado fue el Crédito del Sur (Credisul en forma abreviada). Con sede en Luanda, este banco está ultimando los procesos internos para comenzar en 2016 con las operaciones de banca minorista.
Abordan ahora las tareas de contratación de personal y definición de los perfiles de clientes, para segmentar son tareas de administración. La institución apuesta por mantener un servicio diferenciado, basado en la optimización de los criterios de servicio rápido y sensible a las necesidades de cada cliente.
De capital angoleño, aunque tiene socios externos, Credisul adopta una estrategia que pasa por fortalecer la cultura de la educación financiera, que permita a los bancos dar las máximas ventajas de ahorro a las familias para la financiación de las iniciativas empresariales. La expansión de las actividades en otras partes de Angola es un reto que afrontarán más tarde.
Los últimos estudios señalan el comienzo de una fase de fusión en el sector bancario en Angola, al tiempo que reconoce la existencia de un fuerte margen de mejora.
Dada la estabilidad, se apunta ahora a la conquista de cuotas de mercado. El primer paso en esa dirección fue dado con la fusión entre los bancos del Millennium Angola (BMA) y el Privado Atlántico (BPA).
Los datos siguen apuntando a un posible acuerdo entre los gigantes BIC y BFA, dos de los más grandes de la red privada en términos de activos, clientes y red de sucursales.
Según directivos de la BPA, el banco está en contacto con otros operadores de Angola para negociar fusiones e iniciar esta fase de consolidación interna, y la maximización de los recursos humanos y materiales, sin que suponga un alto costo.
Este paso tiene como objetivo, también, abrir una etapa en la que los bancos nacionales empiecen a mirar a los mercados regionales e incluso internacionales, sin que esto signifique una retracción local. BAI, BIC y BPA son los pioneros de la internacionalización en Angola.