25 DE ABRIL DE 2018
El FMI considera que Angola no necesita apoyo financiero dado su nivel de reservas
El director del departamento africano del Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que Angola no necesita apoyo financiero, pero enfatizó que es necesario que el país cumpla el acuerdo de cooperación divulgado esta semana.
"Las reservas son cómodas, tienen el Fondo Soberano, por lo que en términos de balanza de pagos llega para cubrir las necesidades, no hay necesidad de medidas específicas como las que el FMI proporciona típicamente, y que están acopladas a la ayuda financiera”, precisó Abebe Aemro Selassie.
El responsable del FMI adelantó que "las discusiones con el Gobierno angoleño van a comenzar en las próximas semanas" y subraya que "un Instrumento de Coordinación de Políticas (PCI, por sus siglas en inglés) es suficiente, siempre que cumplan todas las medidas requeridas".
LA NECESIDAD DE DIVERSIFICAR LA ECONOMÍA
“Angola se ha visto afectada por la caída del precio de las materias primas, y es necesario mantener la implementación de las reformas ya aprobadas, y eso formará parte de la discusión con las autoridades", dijo Selassie. A este respecto, el Gobierno reconoce que "quiere diversificar la economía y protegerse de la excesiva dependencia del petróleo, por lo que hay regulaciones y restricciones de mercado que hay que resolver y ayudar a diseñar las reformas que faciliten eso".
Entre los temas generales que van a formar parte de las conversaciones entre el FMI y el Gobierno de Angola, también se ha enfatizado la gestión de las finanzas públicas, los procesos presupuestarios o el fortalecimiento de la recaudación.
El PCI es un instrumento no financiero disponible para todos los países miembros del FMI que no necesitan recursos financieros del Fondo en el momento de la aprobación del acuerdo, y que no tienen obligaciones financieras atrasadas para la institución. Se destina a países que buscan demostrar su compromiso con una agenda de reformas y/o desbloquear y coordinar la financiación de otros acreedores oficiales o inversores privados, según la definición del Fondo Monetario Internacional.