27 DE JUNIO DE 2016
Angola y Namibia crean empresas conjuntas de pescado
Empresas de Angola y Namibia, se han unido para capturar pescado. De esta forma se aplica el protocolo que apoya la negociación y acuerdos entre los dos países.
En el marco de este protocolo, los dos países identificaron algunas especies que se pescarán en Angola y Namibia y definirán un plan de acción que ya se están integrando, a pesar de que todavía no estén distribuidas las cuotas de capturas, que dependen de las medidas que se aprueben por parte de los dos gobiernos.
Además de la creación de las empresas conjuntas de captura de pescado, la ministra de Pescas, Victória de Barros Neto, considera “extremamente importante” la cooperación empresarial y ve en la firma de este protocolo la oportunidad para el surgimiento de negocios en el área del procesado de pescado, con la instalación de conservas y filetes, que consiste en la producción de filetes de pescado.
“Hay numerosas oportunidades de negocio, no solo para actividades directamente del sector, sino también para actividades conexas. Podemos instalar fábricas de redes y pequeños astilleros para la construcción de pequeñas embarcaciones para la pesca artesanal y semi industrial”, explicó.
La ministra defendió la creación de acuerdos técnicos y financieramente capaces, no solo en Angola y Namibia, sino también para trabajar como socios de otros países para desarrollar negocios. El día 24 de junio también se firmó entre otros dos países protocolos en el área de la investigación pesquera, acuicultura y fiscalización de pesca y el plan de acción para los próximos cinco años.
Victória de Barros Neto considera que Angola puede ganar mucho beneficio de la firma de estos protocolos en el área de la formación de personal y gestión de pescas, en la medida en que los dos países compartan el mismo ecosistema de la corriente de Benguela.
Angola y Namibia acordaron combatir la pesca ilegal en las aguas mediante patrullas conjuntas y compartir información sobre la existencia de embarcaciones sin licencia para el ejercicio de la pesca. Los protocolos tienen la duración de tres años y se ajustan a los retos que se presentan.