Los niveles de producción que se han alcanzado en la industria cementera nacional, además de satisfacer las necesidades del país, garantizan de estabilidad de precios del producto en el mercado.
Se supera así el periodo en el que la demanda era mayor que la producción, y los precios fluctuaban. Este cambio de sentido, en un momento de desaceleración económica, pone de manifiesto la capacidad de recuperación de una industria y un mercado que son decisivos para el desarrollo del país.
Según datos del Ministerio de Industria, Angola alcanzó hace dos años una capacidad de producción de cemento de 8 millones de toneladas anuales. Una cantidad que está por encima de las necesidades actuales del país (que se sitúan alrededor de los 6 millones de toneladas por año) y que permite exportar producto.
El sector de la construcción en el país está atravesando una recesión, y la industria del cemento ha sabido adaptarse a las nuevas circunstancias. Los malos tiempos financieros que enfrenta Angola obligaron a la paralización de algunas obras, incluso en el sector público, donde las inversiones han disminuido considerablemente con la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del Estado.
Esta desaceleración ha llevado a las empresas a ajustar su producción a la demanda. Secil Lobito, por ejemplo, pasó de producir 17.000 toneladas de cemento por mes en 2015, a 12.000 toneladas por mes este año. Una descenso de alrededor del 30%.
Según el Ministerio de Industria, Nova Cimangola (la fábrica de cemento de Kwanza Sur), Cimenfort Industrial, China International Fund Angola (CIF) y Secil Lobito, las cinco cementeras principales del país, que producen en conjunto más de 5 millones de toneladas, están trabajando muy por debajo de sus capacidades. Sin embargo, la producción sigue siendo mayor que la demanda, un excedente que han canalizado mediante la exportación.
Angola ha logrado reducir las importaciones aumentando la producción nacional de diferentes productos, y esto ha llevado a que surjan nuevas inversiones privadas que ven futuro en la industria nacional.
El cemento es uno de los sectores en los que han aumentado las inversiones, y está previsto que se incrementen aún más en un futuro. La capacidad la producción de clinker (una de las materias primas con las que se elabora el cemento) va a pasar de 4,8 millones de toneladas a 7,9 millones de toneladas anuales, cantidad suficiente para que no sea necesario importar clinker.
Con las necesidades internas de clinker cubiertas, el sector se convierte en uno de los más atractivos para la inversión privada. De acuerdo con el Ministerio de Industria, se están produciendo nuevas inyecciones de capital en Cimenfort Industrial y Nova Cimangola. Las dos plantas juntas producirán alrededor de 3,1 millones de toneladas de clinker, que se sumarán a los 4,8 millones de toneladas producidas en la actualidad.
De las cinco plantas que operan en el país, sólo dos producían clinker. La fábrica de cemento de Kwanza Sul, con una capacidad de 1.330.000 toneladas de clinker al año, y China Internacional Fund (CIF), que produce 3,6 millones de toneladas de clinker al año.
Con las bases que permiten el auto abastecimiento de cemento ya asentadas, el Ejecutivo promulgó el Decreto conjunto nº 15/14, de 15 de enero, que prohíbe la importación de cemento en Angola.
Esta ley contempla excepciones para tres provincias fronterizas (Cabinda, Cunene y Kuando Kubango), cada una con una cuota de importación de 150.000 toneladas.
El Gobierno justificó esta decisión, que revoluciona la industria nacional, con la inversión sustancial que se ha generado en los últimos años. Además, alega que "durante todo el año 2015 el nivel de exportación de cemento se ha incrementado, sin poner en peligro las necesidades internas".
Excepto Nova Cimangola y China International Fund, que tienen su sede en la capital, donde la densidad de población y extensión geográfica tienden a reducir las grandes contrataciones, el resto de las fábricas de cemento se encuentran entre los mayores empleadores en el sector privado en las localidades en las que operan.
Secil Lobito, la fábrica de cemento de Kwanza Sur (en Sumbe) y Cimenfort (en Catumbela) fueron tres de las plantas que más personal contrataron el año pasado. Con 2.255 puestos de trabajo, en su mayoría ocupados por angoleños, el sector del cemento se posiciona como uno de los empleadores con más peso a medio plazo.
La industria del cemento de Angola ha crecido exponencialmente en los últimos 14 años, desde que se firmó la paz en 2002. La necesidad de reconstruir el país pusieron colocaron al sector en el centro de las áreas prioritarias de inversión privada y pública.
La mayor inversión en el sector se realizó en la localidad de Bom Jesus, en Luanda, donde China International Fund instaló una planta con dos líneas de montaje, una para el clinker.
La segunda mayor inversión fue hecha por Nova Cimangola, también en Luanda, que para cumplir con los desafíos de la reconstrucción modernizó su infraestructura y aumentó su capacidad de producción.
La fábrica de cemento de Kwanza Sur, con una capacidad de producción de 1.330.000 toneladas de clinker y 1,4 millones de toneladas de cemento anuales, también se posicionan como destinatarias de grandes inversiones en el sector.
Pero el pionero en la industria del cemento de Angola Secil Lobito, que entró en funcionamiento en la segunda mitad del siglo XX. En 1952, comenzó su actividad bajo el nombre de Cementos de Angola, después de haber pasado por varias transformaciones.
A pesar de su edad, la planta, que es propiedad del Estado en un 49%, está equipada con maquinaria moderna, a excepción de las líneas de llenado, donde el trabajo todavía manual.