Con la finalidad de reducir los costes del transporte de mercancías procedentes de China, la compañía angoleña Secil Marítima retoma las operaciones logísticas, después de diez años de estancamiento.
La ruta marítima de China es de especial importancia, dado el volumen de comercio que Angola mantiene con el gigante asiático. Por este motivo, el Gobierno ha adoptado una estrategia clara: que un constructor naval angoleño garantice el transporte.
Una parte importante de los equipos y materiales utilizados por empresas públicas y privadas llega desde China. Sectores como el transporte, la construcción o la energía dependen de la ruta comercial asiática. Y utilizar empresas de transporte marítimo extranjeras encarece el precio de estos productos de manera significativa.
Con la entrada en escena de Secil, estos costes se abaratarán para Angola, que, además, podrá cubrir el gasto con divisa nacional. Al no necesitar dólares para pagar estas operaciones de transporte, se asegurará la logística física y administrativa de miles de toneladas de productos. Por otra parte, las operaciones derivadas de esta ruta generarán dividendos importantes para fortalecer la economía del país y fomentarán la entrada divisa extranjera.
El contrato que asumirá Secil es de una magnitud muy grande, por lo que la empresa armadora necesitará socios internos y externos que garanticen su capacidad logística. Operadores internacionales de transporte marítimo, de cabotaje, de terminales portuarias, agentes de carga, compañías de seguros, inspección y evaluación, etc. Un completo engranaje logístico.
Para poder asumir operaciones de esta dimensión, Angola ha mejorado también sus infraestructuras de transporte internas: autopistas, red de ferrocarril, puertos y aeropuertos están siendo rehabilitados y construidos a lo largo y ancho del país.
Recientemente, Secil Marítima firmó un memorando de entendimiento con la empresa suiza Mediterranean Shipping Company (MSC) para la creación de una "joint-venture" que mejore el transporte marítimo de mercancías en contenedores desde y hacia Angola.
La nueva sociedad operará bajo el nombre SMCL- Secil Marítima Container Line. Su estructura organizativa, los estatutos, el plan de negocios y la licencia ya han sido aprobados en el marco de la nueva Ley de Inversión Privada. Secil tiene un 51% de la sociedad, mientras que su homóloga suiza participa con el 49% restante.
Con sede en Ginebra (Suiza) y oficinas en todo el mundo, la compañía naviera mediterránea es una empresa especializada con una larga tradición en el transporte marítimo de mercancías en contenedores, que va más allá ofreciendo servicios por carretera y transporte ferroviario, grupaje marítimo, recogida, almacenamiento y seguro de mercancías, así como alquiler de los propios contenedores.
Con este acuerdo, Secil no tendrá que comprar de inmediato su propia flota. Una tendencia que se está viendo cada día más en el mercado mundial del transporte marítimo, donde las asociaciones entre dos o más propietarios para igualar la distribución de espacio a bordo de una sola nave es habitual.
Además de las tendencias globales en el transporte marítimo, Angola ha tenido en cuenta otros factores a la hora de optar por compartir flota antes que comprar una propia: la escasez de divisas que ha generado la caída del precio de petróleo, la falta de servicios complementarios especializados en las labores de atraque, mantenimiento y reparación de equipos y barcos, así como las exigencias de certificación internacional son los principales.
La crisis financiera y económica mundial ejerce una gran presión sobre los propietarios armadores, que ven como se reduce el suministro de bienes o las tarifas de carga, lo que resulta en una mayor disponibilidad de espacios a bordo. Como resultado, los gigantes del sector marítimo mundial encuentran en las asociaciones con otras compañías la solución al problema.
Con la expansión de los buques portacontenedores y el aumento de su capacidad (los más grandes hoy tienen capacidad para llevar entre 15.000 y 19.000 contenedores, de 20 pies de longitud), se ha extendido también la oferta de “operaciones compartidas". Estos grandes buques alquilan parte de su espacio a importadores y exportadores.
Los armadores “no propietarios” de naves juegan un papel importante hoy en día en la gestión y la rentabilidad de las líneas utilizadas regularmente por los grandes propietarios de buques de carga de larga distancia. Es en este nicho de mercado donde Secil Marítima quiere consolidar las bases para asumir nuevos desafíos.
El armador angoleño realizará las operaciones de transporte compartiendo el espacio a bordo, lo que, gestionado adecuadamente, proporciona a las empresas un crecimiento sostenible. Para asegurar el éxito de sus planes operativos, Secil Marítima busca establecer acuerdos de colaboración con más operadores reconocidos en el mercado internacional.
Además del transporte marítimo de las mercancías, Secil gestionará todo el proceso logístico de China a Angola para efectuar una entrega "puerta a puerta". Para ello, se implicarán otras empresas, como el Camino-do-Ferro de tren entre Benguela, Namibe y Luanda, o los operadores de transporte por carretera, sin olvidar los terminales portuarios.
Para garantizar la reentrada en el mercado de Secil, el Estado ha establecido una serie de medidas de protección, formalizadas en un decreto presidencial, que obliga a todos los organismos públicos y empresas con proyectos cubiertos por la línea de crédito de China a que incluya a la naviera nacional en sus contratos.
El Decreto Presidencial 143/10 establece que “el transporte de los bienes adquiridos con recursos del presupuesto del Estado debe ser garantizado por Secil Marítima y que este procedimiento debe ser advertido en el momento de la firma del contrato”.
El documento no confiere a la compañía nacional un monopolio en el transporte de materiales y equipos adquiridos por el Estado en el extranjero, pero la coloca claramente en una posición privilegiada. La medida da a Secil un mayor poder de negociación frente a otros agentes económicos involucrados directa o indirectamente en las operaciones de importación y exportación de logística.
En diciembre de 2016, Secil Marítima firmó una serie de acuerdos que ahora se están reevaluando para asegurar que el volumen de carga disponible permite cumplir con dichos contratos. Los directivos de la empresa no ocultan la satisfacción con la protección relativa que el Estado proporciona a la compañía naviera nacional, y quieren asegurarse de poder cumplir con los compromisos adquiridos.
El Gobierno espera que los dividendos de las operaciones marítimas de Secil, además de traducirse en menores costos para las arcas públicas, generen beneficios de los impuestos y derechos de aduana. Además, la actividad de la naviera debería crear nuevos puestos de trabajo, directos e indirectos, en Angola.
La reestructuración y recapitalización de la compañía responden a otros objetivos estratégicos del Estado, como la creación de una "Ventanilla única de logística", una herramienta clave en la gestión de las informaciones sobre las escalas de los buques, y los movimientos de mercancías, que facilitan los contactos entre los diferentes operadores.
La ruta marítima de China es el punto de partida, pero las operaciones de la compañía naviera nacional deberán evolucionar rápidamente a otros destinos con los que Angola tiene tratos comerciales.
La entrada en escena de Secil aporta ventajas también a la ruta del Corredor de Lobito: una auténtica plataforma para el transporte intermodal, que comienza en Benguela, recorre las provincias de Huambo, Bie y Moxico, hasta el municipio de Luau, donde el ferrocarril angoleño se conecta con la República Democrática del Congo.
Mediante la conexión a Zambia, pasando por la creación de una extensión desde Moxico a la frontera con ese país, se puede llegar a la ciudad de Beira, en Mozambique y Dar es Salaam (Tanzania), a lo largo del Océano Índico.
Con una costa al océano Atlántico de más de 1.600 kilómetros de longitud, Angola es considerado como una puerta de acceso privilegiado a la plataforma logística continental.
El puerto de Luanda se encuentra entre los más activos en África, mientras que los de Lobito y Benguela están al mismo nivel de los de algunos países vecinos.
Creada en 1963 por la entonces Compañía de Cementos de Ultramar, Secil tenía como objetivo garantizar el transporte de cemento entre los puertos de Angola y la región. Unos años más tarde, la compañía adquirió sus primeros grandes buques con capacidad para tráfico internacional y tramping, y comenzó a cubrir rutas por ultramar.
Después de la Independencia del país (1975), el Estado nacionalizó la empresa, que era propiedad de accionistas portugueses y daneses por aquel entonces. Sin embargo, al poco, el empeoramiento de la situación macroeconómica resultante de la guerra que el país estaba atravesando, llevó a la empresa a la quiebra financiera y técnica.
El proceso de recuperación de la empresa empieza en el año 2000, cuando el Comité Permanente del Consejo de Ministros aprueba un memorándum y define una estrategia para la reestructuración de las empresas públicas de transporte marítimo de largo recorrido y de cabotaje.
La nueva legislación angoleña estableció, en 2006, que Secil Marítima recibiría fondos públicos para el trasporte marítimo de mercancías, pero estos fondos no han estado disponibles hasta el año pasado. Fue en 2016 cuando, a través de una fuerte campaña de sensibilización llevada a cabo por el Ministerio de Transporte, el Instituto Marítimo y Portuario y Secil Marítima, se comenzó a restituir la actividad empresarial.