El Museo de la Moneda, además de ser depositario de la historia de la "Kwanza" (la moneda nacional angoleña), se ha convertido en un nuevo símbolo de la capital. Su silueta se proyecta, inconfundible, en la bahía de Luanda, junto a la también emblemática sede de color rosa y blanco del Banco Nacional.
El edificio del Museo de la Moneda, de rasgos tan únicos como bellos, es finalista de un importante premio internacional de arquitectura al que han concurrido alrededor de mil proyectos. Esto se puede considerar un hito en la historia de la arquitectura de Angola, teniendo en cuenta la situación económica actual del país.
Tardó dos años y siete meses en construirse, y ocupa una extensión de 4.425 metros cuadrados (3.873 de los cuales se corresponden con la superficie edificada). En mayo de 2016 fue inaugurado por el Presidente de la República, José Eduardo dos Santos, y desde entonces puede ser visitado por el público.
Para su construcción se movilizó al 85% de los técnicos angoleños, en diversas áreas de intervención, desde la ingeniería hasta la decoración. Esta capacidad de actuación es de enorme importancia para un país como Angola, que demuestra que puede ofrecer soluciones a las necesidades de mano de obra cualificada en áreas en las que, hasta hace poco, solamente trabajaban expatriados.
Pero lo que hace del Museo de la Moneda un símbolo de la industria nacional son los materiales de construcción que se emplearon, especialmente aquellos que se han utilizado para los acabados ornamentales. Desde la piedra caliza de Benguela, que recubre la plaza Saidy Mingas, hasta la madera Uige, pasando por el granito de Huila y el mármol de Namibe.
Cuando el Gobierno de Angola incluyó al sector minero en el paquete de programas específicos para diversificar la economía (dentro del marco de la estrategia para salir de la crisis financiera causada por la caída del precio del petróleo), los empresarios que extraen rocas ornamentales en la zona de Huila comenzaron un proceso de transformación industrial muy importante.
Entre los pioneros de esta "revolución industrial" estaba Emanha, empresa angoleña, con sede en la provincia de Huila, de donde han salido todas las piedras ornamentales utilizadas en el revestimiento del Museo de Moneda, y también las que se han usado en el aeropuerto internacional de Mukanka (Lubango) y en los cuatro estadios de Fútbol construidos para la celebración de la Copa Africana de Naciones en 2010.
Durante décadas, y al igual que sucede con otras materias primas, las rocas ornamentales extraídas en Angola se exportaban “en bruto” al mercado internacional. Esto implicaba que, después, el país debía importar de nuevo esas piedras, ya procesadas, y a un precio muy elevado.
En la actualidad, esa situación se ha ido revirtiendo, gracias a empresas como Emanha. Poco a poco se está construyendo en Angola un tejido industrial dedicado a procesar las materias primas, evitando que luego se tengan que re-comprar a precios infinitamente superiores.
Emanha cuenta en la actualidad con cuatro nuevas plantas, todas equipadas con tecnologías de vanguardia, y tiene capacidad para producir planchas, cubos y grava de granito, materiales ampliamente utilizados en la construcción. Esta transformación industrial lleva consigo otro hecho importante: la creación de más puestos de trabajo.
Además del diseño arquitectónico, cien por cien angoleño, los materiales empleados en el Museo de la Moneda son originarios de Angola. Para poder suministrar las piedras que recubren la fachada, Emanha paró su actividad exportadora durante varios meses y se dedicó a producir piedras, exclusivamente, para este edificio.
El mármol, el granito y la piedra caliza que resplandece en la Avenida 4 de Febrero salió de las canteras que hay en las provincias de Namibe, Huila y Benguela. Para transformarlo en planchas y cubos, Emanha invirtió cerca de 20 millones de dólares en equipos ultramodernos con lo que procesar las rocas.
Junto a esta compañía, destaca también Granisul. De las cinco empresas que conforman el parque industrial (aún incipiente) dedicado a las rocas ornamentales en Angola, estas dos son las más grandes, tanto por tamaño como por capital invertido. Entre las dos, suman un capital de 35 millones de dólares.
Granissul es una filial de Socolil, grupo empresarial con una fuerte presencia en la provincia de Huila desde 1989. Cuenta con canteras en Huila y Namibe. Desntro de su actividad transformadora, destaca el trabajo que hace con el Granito Negro angoleño, una piedra de calidad única en el mundo, muy solicitada en el mercado internacional.
Gracias a obras como la que supuso el Museo de la Moneda, este tipo de empresas tiene la oportunidad de dar un salto cualitativo y comenzar a procesar materias primas, en lugar de extraerlas y venderlas en bruto.
La estrategia del Estado para el sector de la minería es anterior a la crisis financiera. En 2011, el Gobierno concibió y aprobó una Ley de Minería que regula la investigación, prospección, evaluación, operación y comercialización de los recursos mineros.
En 2014, se puso en marcha, a nivel nacional, un proceso de prospección de minerales dentro del Plan Nacional de Geología PLANAGEO. Éste consistía en la elaboración de un mapa de los recursos del suelo de Angola, que ha llevado al descubrimiento de importantes yacimientos en varias partes del país. Este estudio está considerado por la comunidad científica internacional como uno de los más grandes del género que se han efectuado en el mundo.
Entre estos descubrimientos destaca un complejo de 45.000 kilómetros cuadrados de granito negro, ubicado entre las provincias de Huila y Cunene, que ya está considerado como el más grande en el mundo.
Los datos preliminares del estudio han confirmado que 38 de los 50 minerales más buscados del mundo están presentes en Angola. La lista incluye oro, hierro, manganeso, cromo, cobre, plomo, zinc, tungsteno, estaño, níquel, cobalto, litio, niobio, tántalo, oro, plata, platino y tierras raras, con utilidad en telecomunicaciones. Un potencial minero que seduce a los inversores internacionales, que ya han mostrado interés en el negocio.
Los expertos que han participado en el estudio aseguran que hay recursos suficientes para realizar una explotación racional y sostenible durante más de cien años.
El ministro de Geología y Minas, Francisco Queiroz, predice que dentro de 15 o 20 años Angola será un país minero por excelencia, líder del sector en África.