Las inversiones estructurales que ha realizado Angola el área agrícola ya permiten al país producir cerca de la mitad de los cereales que necesita para el consumo interno, incluyendo la parte destinada a la alimentación del ganado. De los dos millones de toneladas que necesita cada año aproximadamente, 800.000 ya proceden de cultivos nacionales.
El sector está reaccionando positivamente a los estímulos que se vienen aplicando desde 2002, año en el que se alcanzó la paz en Angola, y cuyos resultados han sido más visibles durante las últimas campañas agrícolas.
Hace poco más de una década, los niveles de producción nacionales no eran más que un espejismo. Es necesario retroceder 15 años, cuando el país dependía totalmente de las importaciones, para percibir la dimensión de los esfuerzos que se han realizado. En este periodo, Angola ha recuperado su potencial agrícola, muy productivo en otros tiempos, y aniquilado por 27 años de guerra.
Para llevar a cabo este relanzamiento de la agricultura, el primer paso fue limpiar de minas antipersona y otros artefactos explosivos los campos. La comunidad internacional que ayudo en las tareas de desminado llegó a comparar el número de artefactos con el de angoleños que había en el país.
Lo que siguió fue la recuperación y creación de infraestructuras de apoyo a la producción: los perímetros irrigados, creados en el marco del Plan Nacional Director de Irrigación (Planirriga), que permitieron ampliar las áreas de cultivo hasta campos nunca antes explotados supusieron un gran paso.
En 2005, el Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros el Modelo de Gestión de los Perímetros Irrigados, creando al mismo tiempo la Sociedad de Desarrollo de los Perímetros Irrigados (SDPI) para gestionar y supervisar el patrimonio del Estado en esos lugares.
De los 7,5 millones de hectáreas con potencial de riego previsto en el Planirriga, sólo se aprovecharon 30.000, destacando, entre otros, el proyecto agrícola de Quiminha, los perímetros de Caxito (Bengo), Matala (Huíla), Cavaco (Benguela), Mucoso (Cuanza Norte), Quiminha (Luanda) y Sumbe (Cuanza Sur).
Sin embargo, el 90% de la producción de Angola sigue dependiendo de la agricultura familiar. Por eso estos polos agroindustriales se desarrollan sin perjuicio para los campesinos, a los que también se ayuda e incentiva desde el Estado para mejorar tanto sus condiciones de vida, como sus cosechas.
Una parte sustancial del presupuesto del sector agrícola se dirige a la agricultura familiar, a lo que hay que añadir los préstamos contraídos por el Gobierno ante el Banco Mundial, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y el Banco Africano de Desarrollo, destinados al fomento de la producción interna.
Un ejemplo es el programa de agricultura de las provincias de Malanje, Bié y Huambo, que se encuentra en ejecución en estos momentos, y que favorece a 50.000 familias.
Los apoyos del Estado a la agricultura familiar incluyen facilidades de crédito bancario, preparación del suelo, disponibilidad de fertilizantes, vacunación de ganado y asistencia técnica, a través de institutos públicos especializados.
Hace cinco años, el Gobierno creó un mecanismo de apoyo a la agricultura familiar denominado Crédito Agrícola de Campaña, que ya ha beneficiado a 91.000 campesinos, y actualmente trabaja en la creación del seguro agrícola, para salvaguardar los intereses de campesinos y agricultores en caso de plaga o sequía.
A pesar de no producir lo suficiente para el consumo interno, aún, Angola ya ha comenzado a exportar productos agrícolas. En mayo de este año, salieron desde el Puerto de Lobito 17 toneladas de plátano con dirección a Portugal. Esta venta se realizaba 42 años después del último envío.
El relanzamiento de la producción de plátanos en Angola es el resultado de grandes inversiones realizadas por el Gobierno en la rehabilitación y mejora de los sistemas de riego en las zonas tradicionales de cultivo. Antes de la Independencia, Angola llegó a producir 160.000 toneladas de plátano al año.
La meta ahora pasa por alcanzar una producción anual de 2,5 millones de toneladas de cereales y 20 millones de toneladas de mandioca, así como cubrir el 60% del consumo de pollo y reducir al 15% la importación de leche.
Los datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural indican que la producción anual de huevos en Angola ha pasado de cien millones de unidades en 2013, a 450 millones en 2015, con previsiones que apuntan a una producción de 1.000 millones de huevos en 2017. La cantidad de huevos que el país espera producir a partir de 2017, según el Ministerio, permitirá cubrir en un 90% las necesidades del mercado interno.
El apoyo a la industria avícola se inserta en el Programa “Angola Investe”, uno de los mecanismos de apoyo a la diversificación de la economía. Este programa arrancó en el año 2012, definiendo objetivos a corto, medio y largo plazo, con la finalidad última de sustituir las importaciones por la producción nacional.
Aunque parte más positiva en lo que concierne al sector avícola es que, además del apoyo público, ha atraído el interés de miles de inversores privados. El resultado es que el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural ha registrado a más de tres mil avicultores en todo el país.
Entre los mayores proyectos en el sector avícola despuntan el de la Perla del Kikuixi y Aldea Nova (en el Cuanza Sur), que son responsables de casi el 50% de la producción interna. La Perla del Kikuxi, con un área de 1.200 metros cuadrados, además de pollos y huevos, también produce ración para aves y porcinos, cuyo excedente vende a otros productores.
La producción de leche y derivados es otra gran apuesta del Ejecutivo. El proyecto Aldea Nova, en el municipio de Cela (Cuanza Sur) encabeza el mercado. Financiado por el Gobierno angoleño en colaboración con el grupo israelí LR, cuenta con un presupuesto de 60 millones de euros.
Los datos estadísticos indican que Angola consume anualmente cerca de 180 millones de litros de leche, cantidades muy por encima de la producción nacional. En 2012, el Ministerio de Finanzas lanzó un programa de dinamización denominado "Sector Bandeira de la Leche".
El programa está destinado a fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas angoleñas, que operan en la industria lechera.
Angola también quiere aumentar los niveles de producción de carne. En 2015, el país suscribió un acuerdo con empresarios brasileños para la creación de 40 haciendas agropecuarias, en un área de 200.000 hectáreas de la provincia de Cuando Cubango.
Se calcula que el país gasta actualmente más de 500 millones de euros en importar carne. Para revertir la situación, el Gobierno prevé una inversión de 480 millones de euros para aumentar la producción hasta cubrir el 80% ciento de las necesidades del país.
Para lograrlo, se mejorarán las condiciones de producción en las explotaciones ganaderas, mediante la especialización en la reproducción, la cría y el engorde animal. Angola tiene actualmente una capacidad de sacrificio de 195.360 animales al año, con un resultado total de 39.072 toneladas de carne.
La riqueza en recursos naturales de Angola, entre los que se encuentra el agua, es suficiente para alcanzar niveles de producción sostenibles que pueden contribuir muy rápidamente al crecimiento económico del país.
La existencia de suelos fértiles para la agricultura, la biodiversidad, el clima, la genética y la abundancia de recursos hídricos, asociada a una extensa franja de población cuya actividad está directamente relacionada con la producción agrícola, constituyen factores favorables para su desarrollo agropecuario.
Además, el sector forestal angoleño es el segundo más abundante en la región austral de África, después de la República Democrática del Congo, con un potencial rico y variado de recursos forestales y faunísticos.
El fin de la guerra en 2002 ha permitido al Gobierno angoleño retomar un conjunto de acciones, encaminadas a reducir progresivamente las importaciones de productos de la cesta básica, que están dando buenos resultados a la par que despiertan el interés de inversores privados. Esto garantizaría el desarrollo sostenible de la industria, y aseguraría el crecimiento económico de Angola.