El cauce del río Kuanza es un ejemplo del enorme potencial hídrico que tiene Angola
La represa de Laúca
En el mismo instante en el que Laúca comenzó a producir energía, el Gobierno angoleño puso la primera piedra de la construcción de una nueva presa en Caculo Cabaça. Este proyecto también está enmarcado dentro de la estrategia de aprovechamiento del medio Kwanza, río en el que se han instalado varias centrales.
El Gobierno pretende cubrir así las demandas energéticas del norte de Angola, especialmente las que proceden de la capital. Luanda ha duplicado su población en los últimos años, y con ello también ha aumentado la demanda de electricidad.
Han sido necesarios cinco años de obras para habilitar la central hidroeléctrica de Laúca, que en agosto ponía en marcha el primer grupo de turbinas, de las seis que tiene instaladas. La central está en el término de la provincia de Malanje, en el curso del río Kuanza (donde también se encuentran las presas de Cambambe y Capanda) y verterá casi 2.100 megavatios (MW) a la red nacional de electricidad.
Las cinco turbinas restantes entrarán gradualmente en funcionamiento hasta 2018 y, cuando Laúca este operativa por completo, será la mayor central hidroeléctrica del país, y también la mayor fuente de respuestas a las necesidades de electricidad de Angola.
Considerada la mayor obra de Ingeniería Civil, la represa de Laúca requirió, sólo en hormigón, el equivalente al usado para edificar 40 estadios de fútbol, 2.800 casas o 465 edificios de ocho plantas. Y la cantidad de acero consumido equivale a la construcción de cinco torres Eiffel.
Para instalar los seis grupos de turbinas fue necesario construir seis túneles subterráneos, de una extensión total de 12 kilómetros, además de realizar una desviación del río Kwanza.
Laúca cuenta con dos centrales de producción de energía. La primera está constituida por seis turbinas, del tipo Francis Vertical, que van a generar 334 MW cada una. La segunda, incluye una central ecológica con capacidad para 65 MW.
Una de las turbinas instaladas en la central de Laúca
Laúca es resultado de una inversión pública de más de 3.500 millones de dólares, y forma parte del proyecto "Angola Energía 2025", que persigue un aumento sustancial de la oferta de electricidad a las poblaciones y al sector productivo de Angola.
Las previsiones apuntan a que la demanda de energía en Angola se multiplicará por cuatro en la próxima década. Esto equivale a 7,2 Gigawatts en el año 2025, frente a las necesidades actuales que son de 1,5 Gigawatts.
Para dar respuesta a estas necesidades, el Gobierno angoleño está trabajando para incrementar la potencia instalada de 2 Gigawatts a 9,9 Gigawatts. La meta es, además, llegar al 60% de la población (unos 14 millones de ciudadanos).
Actualmente, Laúca es la central que aporta más energía a la red nacional, al duplicar la capacidad de las represas de Cambambe (960 MW) y Capanda (520 MW).
“Angola Energía 2025” obedece a varias etapas. Para el quinquenio 2013-2017 estaban previstas, entre otras acciones, la construcción de la segunda central de la represa de Cambambe, Laúca, la Central del Ciclo Combinado de Soyo y la represa de Caculo Cabaço.
La represa de Laúca y la Central del Ciclo Combinado del Soyo, que llegó a suscitar algunos temores en cuanto a la capacidad de garantizar la continuidad de las obras a causa de la crisis financiera, están finalizadas.
La segunda y última etapa de la represa de Cambambe, que data de 1959, también se ha concluido. El resultado ha redundado en el aumento de la capacidad de producción, que ha pasado de 260 a 960 megavatios (MW).
El proyecto Caculo Cabaça viene ahora para reforzar la estrategia de reducción del déficit de energía en Angola. Al igual que Cambambe, Laúca y Capanda, Caculo Cabaça también se intalará en el curso medio del río Kwanza, donde se ha proyectado una represa de hormigón con 103 metros de altura y 553 metros de desarrollo de coronamiento, que permitirá almacenar un volumen total de cerca de 440 millones de metros cúbicos de agua.
Con la conclusión de las obras prevista para 2022, la represa de Caculo Cabaça deberá sumar a la red nacional de electricidad otros 2.100 nmegawatts.
Las obras de Laúca han durado cinco años
Actualmente, Angola explota sólo el 5% del su potencial en cuanto a energía hídrica. Los estudios revelan que Angola dispone de 159 ubicaciones con potencial para instalar grandes aprovechamientos hidroeléctricos.
El proyecto “Angola Energía 2025” también busca aprovechar estos recursos, aunque para ello primero es necesario invertir en la red de energía nacional. Entre los objetivos que hay marcados, además de estudiar la evolución de la demanda, se contempla mejorar el transporte y la transformación de la energía, así como interconexiones de los sistemas y el mapeo de los recursos renovables.
Los expertos sostienen que, además de los grandes emprendimientos, la red energética del país debe contar con los pequeños emprendimientos hidroeléctricos locales (para dar energía, por ejemplo, a las pequeñas y medianas explotaciones agropecuarias).
Se conocen casos en que, además de garantizar el suministro de electricidad a los equipos industriales y locales, los empresarios agrícolas asisten a las autoridades locales en el suministro de electricidad a pueblos y poblaciones.
El objetivo del Gobierno es que estas iniciativas satisfagan entre el 5 y el 10% de las necesidades de energía eléctrica en el país hasta 2025. El Instituto Regulador del Sector Eléctrico (IRSE) prevé que el Programa Nacional de Electrificación Rural garantice, hasta 2017, energía eléctrica a 86 sedes municipales y 124 sedes comunales del país.
La red nacional de transporte de energía eléctrica, en la cual se están realizando grandes inversiones públicas, debe interconectar todas las capitales provinciales del país dentro de los próximos nueve años.
Este ambicioso proyecto se sostiene en un conjunto de infraestructuras, gran parte de las cuales ya han sido ejecutadas, que van para permitir que dentro de dos años Angola tenga autosuficiencia energética y, a partir de ahí, se pueda trabajar mejorar en su transporte y distribución.
El Gobierno no quiere más soluciones paliativas, y asume el compromiso de garantizar el acceso a la energía eléctrica a la generalidad de la población angoleña como forma de promover el desarrollo humano e impulsar la industria. Para ello necesita garantizar una mayor participación de agentes privados en el sector, y el camino es crear condiciones que puedan reducir los gastos de explotación y atraer así la inversión privada.
En 2013, el país tenía sólo 2.850 km de líneas eléctricas (de 60, 220 y 400kv) y el objetivo es alcanzar los 16.350 km en 2025. De igual modo, hace tres años, Angola disponía sólo de 36 subestaciones a lo largo de la Red Nacional de Transporte. El número ha subido, aunque todavía está lejos de las 152 estaciones programadas para 2025.
Infografía sobre la capacidad energética de Laúca y Capanda
Las iniciativas en el sector de la energía se suceden en Angola. En 2011 se aprobó, a través del Decreto Presidencial nº 256/11 de 29 de septiembre, la Política y la Estrategia de Seguridad Energética Nacional, con el objetivo de definir las principales orientaciones estratégicas para el sector y redefinir el marco institucional.
A largo plazo, la estrategia prevé la transformación del sector (para responder al enorme desafío asociado al crecimiento de la demanda) a lo largo de seis ejes: el crecimiento del parque de generación, la potenciación del papel de las energías renovables, la expansión de la electrificación, la revisión arancelaria y la sostenibilidad económico-financiera, la reestructuración y el refuerzo de los operadores y la promoción de la entrada de capital y know-how privado.
