La provincia de Benguela mantiene desde hace años su hegemonía en la producción de frutas y hortalizas en Angola, productos frescos que abastecen pequeñas y grandes superficies comerciales de Luanda, principalmente, y también de otras ciudades.
De los valles del Cavaco, Culango, Dombe Grande y otras regiones de Benguela, salen diariamente decenas de camiones de bananas, tomates, repollos, coles, cebollas y demás variedades, como respuesta de los agricultores al desafío lanzado por el Ejecutivo para aumentar la producción nacional y reducir así las importaciones.
Los datos proporcionados por las explotaciones agrícolas de median dimensión, desvelan que en esta región se está apostando por la producción de alimentos a gran escala. El mercado local está "inundado" de hortalizas y la crisis está sirviendo como acicate a la capacidad emprendedora de los agricultores.
La región reúne las condiciones climáticas ideales para ser considerada “la mejor zona del país, y quizá del mundo, para la producción de banana”. Se estima que los grandes productores de la zona lanzan al mercado una media de 15.000 toneladas anuales de bananas. Este cultivo ocupa la mayor parte de la superficie agrícola de los valles de Benguela, donde también trabajan otros 200 pequeños y medianos productores (afincados mayoritariamente en los valles del Culango y Canjala).
Pero las metas para Benguela son mucho más ambiciosas. En los próximos tres años, la provincia pretende alcanzar una producción de al menos 24.000 toneladas anuales de banana. Los expertos aseguran que, llegando a las 50.000 toneladas, se pueden satisfacer las necesidades del país y garantizar un flujo continuo de exportaciones a los mercados más exigentes del mundo.
La calidad del plátano producido en Benguela no tiene comparación con la que se produce en otras regiones del país, como Bengo. Sin embargo, Bengo ha exportado a otros países, como República Democrática del Congo y Portugal.
En el mercado nacional, en cambio, el 70% del tomate, la cebolla y el plátano que se vende en Luanda provienen de Benguela, el 20% de Namib y el 10% de los alrededores. En el valle del Cavaco, el más productivo de la provincia, es donde se están realizando las apuestas más ambiciosas y competitivas, y donde asumen cada vez más el liderazgo en la producción de hortalizas.
En la actualidad, los agricultores de esta zona manejan potentes máquinas, sembradoras, accesorios de última generación, sistemas de riego automático, buldozzers, niveladoras y otros equipamientos. Así se garantiza, además, la continuidad del negocio del plátano cuando se produzca el cambio generacional y las tierras pasen a manos de las nuevas generaciones, que de esta forma tienen un incentivo para no abandonar el campo y continuar con el negocio.
Otro factor clave es el agua. La resiliencia de la que hace gala el valle del Cavaco es resultado de la rehabilitación, por parte del Gobierno Provincial de Benguela, de la represa de Dungo, en el municipio de Cubal (hoy responsable de la disponibilidad de agua para el riego de los vastos terrenos agrícolas). Veinte años después, los agricultores han visto renovadas sus esperanzas en el regreso a la producción a gran escala de banana, cebolla, tomate y también maíz (últimamente muy demandado), que siembran en las 2.500 hectáreas de tierra labrada.
Con la ayuda del Gobierno, Benguela se va transformando también en una importante plataforma logística para la distribución de todo tipo de insumos agrícolas en el territorio nacional. El ejemplo más importante lo encontramos en la villa de Catumbela, donde se instaló hace 14 años una empresa para ese efecto.
Se trata de FertiAngola, una compañía que se dedica exclusivamente a la comercialización de semillas, abonos solubles, sistemas de riego, agroquímicos, fertilizantes y todo tipo de equipos, que vende a diferentes provincias.
El centro logístico de Catumbela está dotado de equipos que permiten la descarga de estos insumos con rapidez y eficiencia, lo que garantiza su llegada, sin grandes limitaciones, a las diferentes regiones agrícolas del país.
Animados por el aumento de la producción, algunos agricultores han apostado por la exportación del plátano, dirigida principalmente al mercado europeo. La Hacienda Agroindustrial Bacilin, en la localidad de Culango, exporta mensualmente 40 toneladas de banana a Lisboa. Comenzó con esta actividad en mayo, cuando un buque italiano zarpó de Lobito en dirección a Portugal, y la experiencia está siendo un éxito.
“Las cantidades a exportar pueden subir progresivamente”, reconoce un técnico de esta empresa, que explica que "en un mercado tan exigente como el europeo, la banan de Benguela es aceptada sin dificultades".
Otros productores siguen esta misma línea de exportaciones. Más de 37 toneladas de mango producido en una hacienda de la comuna del Dombe Grande también han sido exportadas a Portugal, desde el Puerto de Moçámedes, como resultado de una asociación con una empresa portuguesa ligada al comercio internacional hortofrutícola.
Esta hacienda agrícola, que se extiende por un área de 92 hectáreas, tiene una producción estimada en cerca de 1.600 toneladas de mango anualmente. En 2010, plantó 18.000 plantas, y un año después recolectó la primera cosecha a pequeña escala. A partir del tercer año, suministró grandes cantidades de mango al mercado interno, y ahora continúa evolucionando con los mercados internacionales.
Aunque es un mercado reciente, la producción de la mango es otro segmento que ocupa a una parte significativa de los agricultores en los diferentes valles de Benguela
Benguela es hoy una región puntera en la producción hortofrutícola, pero las frutas y las verduras no son el único sector con futuro. En el interior de la provincia están surgiendo iniciativas que pueden mejorar la oferta de carne de calidad para los angoleños.
En la hacienda Utalala, en el municipio de Cabula, hay una importante explotación de ganado para consumo. Esta inversión privada cuenta ya con 1.200 cabezas de ganado bovino.
En la hacienda Utalala se reatliza también la inseminación de ganado (con semen importado de Brasil y Francia), con el objetivo de mejorar las diferentes matrices. Persiguen crear razas puras, con las que alcanzar las 3.000 cabezas y comenzar a suministrar carne al mercado, según los promotores del proyecto, que se ha financiado a través del programa gubernamental “Angola Investe”.
