"Coma pan a voluntad, que la harina es nuestra" es el lema con el cual el empresario angoleño Rui Costa Reis decidió lanzar su harina en 1992. Decidido a ocupar un lugar importante en el mercado luandés, se comprometió a producir 280 toneladas diarias de harina “Kianda”, en la Moagem de Trigo del Kikolo.
25 años después, tras un proceso de remodelación completo de este sector industrial, la molienda ha alcanzado otra dimensión: se ha cuadriplicado su producción, hasta alcanzar las 1.150 toneladas de harina de trigo diarias.
Las previsiones elaboradas por expertos del sector dan cuenta de que Angola puede llegar a ser autosuficiente en harina de trigo tan pronto como se crucen los indicadores de producción de la molienda del Kikolo, con las 1.200 toneladas diarias de la unidad de la GMA (Grandes Molares de Angola), instalada en el Puerto de Luanda y en actividad desde mayo, más las 500 toneladas producidas en Lobito.
El reto de la industria del trigo intenta este año es erradicar la importación e incentivar la competencia en el mercado, con nuevos inversores que operen en el país. Los expertos aseguran que los recursos estatales en moneda extranjera pueden canalizarse hacia otras áreas que el Ejecutivo defina como prioritarias, y el trigo sería una de ellas.
La recuperación de las infraestructuras, que ha requerido una inversión de 90 millones de dólares, ha llevado a este aumento en la capacidad de producción de la molienda de Kikolo. La última importación de materia prima, realizada en el mes de septiembre, permitió unir 27.500 toneladas de trigo de los Estados Unidos, por valor de nueve millones de dólares, una operación financiera realizada sin recurrir a las divisas del país, con un 100% de financiación externa.
Este significativo aumento en la producción nacional, gracias a la molienda del Kikolo, permite estabilidad en el suministro de harina de trigo a las panificadoras. Según los expertos del sector, esto supone el mantenimiento y consecuente equilibrio del precio del pan en el mercado.
Además, la harina procedente de Kikolo unida a la que procede del trigo americano es más rentable. Según fuentes especializadas, la harina de trigo de Kikolo junto con la de trigo americano posibilita a las panaderías y pastelerías implementar un 10% más de agua que la harina de trigo de origen europeo, lo que aumenta la rentabilidad en la producción de panes y pasteles. Entre otras ventajas, los expertos señalan también la existencia de la vitamina C en este trigo, uno de los aditivos que enriquece y da fuerza a la harina Kianda.
La diferenciación de la oferta y la libre competencia benefician directamente al mercado en función de las distintas opciones disponibles.
En el marco del cumplimiento su misión, el Complejo Industrial del Kikolo también pretende responder al impacto que representa el suministro de la materia prima fundamental para las raciones de los animales (a base de salvado de trigo y de maíz). Tener materias primas nacionales es otro incentivo para el sector agro-pecuario nacional. Y para poder responder a este reto, la molienda del kikolo debe absorber 180.000 toneladas anuales de cereales, que deben suministrar los agricultores nacionales.
Otra ventaja del Complejo Industrial del Kikolo reside en la Intercomercial Transportes y Servicios, Lda, empresa logística del grupo que tiene 250 camiones y equipos de apoyo, con parques logísticos en Luanda, Lobito y Namibe, ya preparados para mover el maíz de las áreas de producción a los molinos, eliminando de esta forma las dificultades logísticas que eventualmente los agricultores puedan sentir durante la época de las cosechas.
Las nuevas perspectivas que se abren para Complejo Industrial del Kikolo, con sus infraestructuras renovadas, contemplan la molienda de maíz para 2018, con capacidad para transformar unas 500 toneladas. También está en proyecto la fábrica de comida para animales, que pretende transformar 200 toneladas por día, y una fábrica de masa alimentaria, que debe producir 80 toneladas por día.
Lo mejor es que, para todos estos proyectos, ya cuenta con nuevas inversiones que están en curso.
Interior del molino de Kikolo, completamente renovado y con maquinaria de última generación
