Angosat-1 permitirá que Angola tenga servicios de telecomunicaciones con mayor calidad y con menor coste, constituyendo una herramienta que dará impulso a la economía y al desarrollo sostenible del país.
El primer satélite angoleño que se va a lanzar al espacio proporcionará productos y servicios que facilitarán las comunicaciones entre empresas y personas, acortando distancias, minimizando la info-exclusión, contribuyendo activamente al desarrollo socioeconómico y, al mismo tiempo, creando soluciones para el mercado internacional.
El proceso de comercialización de estos productos comenzará en marzo de 2018, cuando el satélite haya pasado por varias etapas. La conclusión de los ensayos, después del lanzamiento, dura al menos tres meses, y sólo después se pasa al proceso de ventas.
El Ministerio angoleño de Telecomunicaciones y Tecnologías de Información ha definido las condiciones de ventas del satélite, determinando que el 80% de su capacidad se venderá a empresas interesadas, para que la inversión realizada se recupere, y se garantice de esta manera la posibilidad de lanzar otros satélites en el futuro.
Otro 20% de la capacidad del satélite estará disponible para necesidades estratégicas y acciones sociales. Servirá para garantizar, por ejemplo, internet en las escuelas, hospitales y en pequeñas iniciativas desarrolladas por jóvenes en el sector de las telecomunicaciones. También se apoyará a emprendedores.
Los precios de este tipo de servicios son "standar", es decir, son los mismos a nivel internacional, a pesar de que la estrategia del Ejecutivo angoleño pasa por hacerlos lo más atractivos posible.
Construir Angosat-1 ha llevado cerca de cuatro años, y actualmente está en período de pruebas, para garantizar que, una vez lanzado, el aparato permanecerá en órbita en el tiempo y el posicionamiento definidos. En tierra, ya se han hecho las simulaciones pertinentes para probar las condiciones atmosféricas, y su lanzamiento es inminente.
El satélite ha sido desarrollado desde un principio con el propósito de poder capacitar a las empresas en el uso de tecnologías de comunicación más modernas e innovadoras, posibilitando así la promoción y el desarrollo de nuevos productos y servicios de información y comunicación.
El ministro de Comunicación, José Carvalho da Rocha, considera que una de las formas de garantizar la viabilidad y la auto-sostenibilidad del proceso es apostar por la formación de jóvenes angoleños, al más alto nivel, en conocimientos técnicos y científicos. La capacitación de estos jóvenes se lleva a cabo en universidades de renombre, tanto dentro como fuera del país, de donde salen cada año nuevos licenciados, doctores y maestros.
Además, la inversión realizada en el satélite tendrá pronto un retorno garantizado, cuando las operadoras que trabajan en Angola contraten directamente sus servicios, unos servicios que a día de hoy suponen, mensualmente, entre 15 y 20 millones de dólares.
Una de las grandes ventajas que las operadoras van a tener con Angosat es la de poder pagar en moneda nacional (kwanzas), a lo que hay que añadir que los precios serán más bajos. "Dadas las circunstancias, tendremos la capacidad política de presionar a las empresas para que bajen las tarifas actuales del mercado", apunta Carvalho a este respecto.
Además del lanzamiento de Angosat-1, el Gobierno tiene previstos otros proyectos asociados al satélite, en particular el Programa Espacial Nacional, que impone varias acciones en las áreas de la economía, fundamentalmente en la industria, agricultura y formación.
Otro es el de la empresa Angola Cables, una inversión público-privada, por vía de Angola Telecom, con la participación de Unitel, Movicel, MS Telecom y Mundo Startel. Ambos proyectos pueden estar concluidos este año y garantizar un mayor acceso a Internet, haciéndola más barata y rápida.
El satélite angoleño ha sido construido en Kazajstán, y desde ahí será lanzado. Han sido necesarios tres contratos de gestión para hacer realidad este importante hito en la historia de las telecomunicaciones de Angola: uno de construcción, y otros dos para el alquiler de los segmentos espacial y terrestre.
En total, se han invertido unos 320 millones de dólares, financiados por un consorcio de bancos liderados por el VTB de Rusia. El Gobierno angoleño ha tenido que garantizar la formación de especialistas y la construcción de infraestructuras en tierra, que asegurarán el apoyo de los servicios de gestión del satélite.
La entrada en órbita del primer satélite angoleño va a permitir que el señal de las tecnologías de información y comunicación cubran todo el territorio nacional, lo que estimulará los servicios de las operadoras en las zonas donde no hay señal. Además, la señal de Angosat-1 propiciará otros negocios para el país, al tener una capacidad de iluminación que abarca desde Sudáfrica hasta Italia.
Angosat-1 tiene un segmento espacial de posición orbital 14.5 E, pesa 55.000 kilogramos, con un peso de carga útil de 262.4 kilogramos, potencia de carga útil de 3.753 w, banda de frecuencia CKu y repetidores 16C + 6Ku (16 transpondedores en banda C y 6 en banda Ku).
Fue construido a través del cohete transportador ucraniano Zenit, a partir del cosmódromo Baikonur, en Kazajstán, y el próximo paso será enviarlo a la órbita terrestre. Como satélite geoestacionario artificial, el Angosat-1 estará a una distancia de 36.000 kilómetros desde el nivel del mar. Su velocidad coincide con la de la rotación de la tierra y consigue cubrir un tercio del globo terrestre.
Angosat tendrá un período de vida de 15 años, y contará con 22 "transpondedores" (dispositivos de comunicación), así como con dos estaciones de rastreo, una en Angola y otra en Rusia.
Estas estaciones permitirán una intervención rusa en el control y mando del satélite, siempre que sea necesario, mientras que Angola tendrá autonomía en este ámbito a través de la estación situada en su territorio (operada por técnicos angoleños en Ingeniería de Satélites y Sistemas de Ingeniería Espacial).
El centro de control y emisión de satélites, órgano que va a controlar, rastrear y hacer la telemetría de los datos enviados desde Angosat-1, está instalado en la comuna de la Funda, al norte de la provincia de Luanda, y actualmente cuenta con 47 funcionarios. Las instalaciones ocupan un área de 6.617 metros cuadrados, distribuidas en tres pisos, con capacidad para 45 técnicos, un helipuerto, parking, 50 plazas y áreas verdes.
El origen de Angosat-1 fue un contrato fue firmado Angola y Rusia en 2009. En los años siguientes, ambas partes realizaron un trabajo conjunto para organizar la financiación del proyecto, que permitió su aplicación práctica. El trabajo sobre el satélite comenzó a finales de 2012.
El satélite se lanzará al espacio a través del vehículo Angara A5 / Blok-DM-03, a partir del cosmódromo de Plesetsk, en Rusia. La señal de la banda C del mismo puede ser recibida en toda África y Europa, mientras que la banda ku proporcionará servicios de telecomunicaciones para Angola.
El proyecto Angosat es el resultado de un profundo estudio sobre la viabilidad de la producción de un satélite angoleño, realizado por la Comisión Interministerial de Coordinación General del Proyecto de Telecomunicaciones vía Satélite de Apoyo Multisectorial (CISAT), creada por Despacho Presidencial nº 21/06 de 21 de Junio. El estudio contó también con la opinión del consorcio ruso, liderado por la empresa ROSOBONEXPORT, RSC Energia (constructora del satélite Agosat-1).
Gracias al primer satélite angoleño geoestacionario, que va a proporcionar oportunidades de expansión de los servicios de comunicación por satélite para mejorar el acceso a Internet, radio y transmisión de televisión, Angola se convertirá en una referencia a nivel espacial, con reconocimiento a nivel mundial.