Cerca de 4 millones de personas ya se benefician de la energía que genera la Central Hidroeléctrica de Laúca, un modelo limpio y renovable por el que Angola está apostando. Desde que se puso en marcha el segundo grupo generador (de los seis con que está equipada la central), en octubre del año pasado, Laúca genera cerca de la mitad del suministro de energía hídrica del Sistema Eléctrico Norte (que incluye la capital, Luanda, el punto que más energía demanda de todo el país). La central está demostrando tener, además, capacidad para hacer frente a periodos de intensa demanda energético, como es el caso del periodo navideño, donde Laúca alcanzó nuevos récords de producción. Durante el mes de diciembre, la producción total de energía de esta planta llegó a los 372.250 MWh, un crecimiento del 4,7% en comparación con noviembre. El Índice de Disponibilidad de las Turbinas alcanzó también un récord histórico del 99,63%.
Estas cifras reflejan el buen arranque que ha tenido la planta, inaugurada en agosto de 2017, así como el buen rendimiento de los equipos de última generación, y las turbinas que optimizan el consumo de agua produciendo más energía.
Pero los buenos resultados no son sólo fruto de la tecnología: la inversión en personas es la clave del éxito. La Operación y Mantenimiento (O&M) de la Central Hidroeléctrica de Laúca es realizada por técnicos de PRODEL, que recibieron formación especializada antes de la entrada en operación de la primera turbina. La cualificación de los equipos humanos es continua, y está a cargo del grupo Odebrecht, que aporta su experiencia en otras centrales de gran tamaño a nivel internacional. Durante los próximos tres años, equipos especializados de PRODEL y de Odebrecht van a realizar conjuntamente la Operación y Mantenimiento de Laúca, en un proceso en el que dan formación de los equipos angoleños de forma paralela, durante 24 horas al día, en los siete días de la semana. En la Central de Laúca se lleva a cabo una monitorización en tiempo real del funcionamiento de la planta. Se realizan más de 30 inspecciones al día, en las que se evalúan cientos de parámetros operativos, desde las estaciones de operación ubicadas en la Sala de Control Central, la Sala de Control Local y la Sala de Comandos de la Subestación 400 kV. Y en todos estos procedimientos participan los técnicos angoleños que, una vez finalizado el periodo de formación y supervisión, se encargarán de operar la mayor central hidroeléctrica que se ha construido en el país hasta la fecha.
Laúca significa "caer, caer" en kimbundu, en alusión al promontorio rocoso sobre el río desde el cual se produce el salto de agua. El proyecto surgió a partir de un estudio de inventario realizado en la década de 1950, solicitado por la entonces empresa pública Sociedad Nacional de Estudio y Financiación de Emprendimientos Ultramarinos (Sonefe) a la empresa Hydrotechnic Corporation (USA). El estudio se reanudó en 2008, enmarcado en un análisis de viabilidad solicitado por el Gobierno angoleño de Dos Santos.
Considerada la mayor obra de ingeniería civil de Angola, hasta la fecha, la represa de Laúca consumió, sólo en hormigón, el equivalente a la edificación de 40 estadios de fútbol, 2.800 casas o 465 edificios de ocho pisos. La iniciativa fue del Gobierno, con el intermedio del GAMEK (Gabinete de Aprovechamiento del Medio Kwanza), y ha requerido una inversión pública de cerca de 3.500 millones de euros. La construcción de esta gran infraestructura se enmarca en el proyecto "Angola Energía 2025", que prevé un aumento sustancial de la oferta de electricidad (a las poblaciones y al sector productivo) antes del año 2025.
El salto de agua está situado en el kilómetro 307,5 del río Kwanza, a unos 47 kilómetros aguas debajo de la Central Hidroeléctrica de Capanda, cerca de la localidad de N'Hangue Ya Pepe. Y las obras de construcción han servido, además, para revitalizar social y económicamente toda la zona. Para instalar las turbinas ha sido necesario construir seis túneles subterráneos, de una extensión total de 12 kilómetros, además de una desviación del río Kwanza. La cantidad de acero consumido para ello equivale a la construcción de cinco torres Eiffel. Pero, además de cemento y acero, han sido necesarios 8.458 operarios, de los cuales 8.0 35 son angoleños (una fuerza productiva del 95%) y 423 expatriados. En la actualidad, Angola explota sólo el 5% de su potencialidad hidroeléctrica. Los estudios revelan que hay 159 localizaciones con potencial para grandes aprovechamientos hidroeléctricos, que constituyen una apuesta de futuro para generar energía limpia y renovable a gran escala.